Dentro del intrincado y moralmente ambiguo ámbito de Gotham City, Bati-chica ha destrozado las expectativas al demostrar su voluntad de violar la sagrada regla de Batman de “no matar” cuando se trata del Joker. Este sorprendente desarrollo en el arco de su personaje ha redefinido la comprensión de los fanáticos sobre Barbara Gordon, poniendo patas arriba su personalidad establecida.
Batman: Tres comodines #1, de Geoff Johns, Jason Fabok, Brad Anderson y Rob Leigh, presenta un escenario único que pone a prueba la fortaleza de Batgirl para defender el principio fundamental de Batman.
En el número, Joker empuja a Red Hood, el ex Robin Jason Todd, al borde, lo que lo lleva a casi acabar con la vida del Joker. Sin embargo, lo que se desarrolla a continuación revela la propia voluntad de Batgirl de cruzar la línea de la regla de “no matar”.
Batgirl mata al Joker por complicidad en Batman: Three Jokers
Batgirl es reconocida como una de las discípulas más dedicadas de Batman, especialmente cuando se trata de adherirse a la regla de “no matar” de su mentor. Esto se pone a prueba en Batman: Tres comodines #1. En una escena fundamental, Jason mata al Joker, y el problema aumenta la tensión al cuestionar si Batgirl hizo o no un esfuerzo apropiado para detenerlo. Su enojo con Jason por violar la regla de “no matar” es aparentemente evidente. Sin embargo, cuando Jason la confronta con una pregunta directa, “¿Cuándo fue la última vez que fallaste, Bárbara?” se hace evidente que ella tenía el poder de intervenir si así lo deseaba.
El salvador y el potencial asesino de Batgirl están en desacuerdo
La insinuación directa de Jason de que Batgirl le permitió matar al Joker solo se ve reforzada por la amarga respuesta de Batgirl: “Que te jodan, Jason”. Aparentemente, Barbara reconoce su complicidad en la muerte del payaso, al no evitar intencionalmente que Jason hiciera su tiro mortal. A pesar de la abrumadora culpa y la agitación emocional que atenaza a Barbara en los momentos posteriores a la muerte del Joker, esta coyuntura crítica arroja luz sobre una verdad sorprendente: oculto dentro de Batgirl hay un anhelo tácito por la desaparición del Joker. Esta verdad la lleva al borde de desafiar el preciado principio de Batman de “no matar”, revelando un aspecto completamente nuevo del personaje de Barbara Gordon.
Batman: Tres comodines expone un enredado conflicto interno en juego en el personaje de Barbara Gordon, insinuando la posibilidad de que, dada la combinación adecuada de circunstancias y motivaciones, ella podría seguir los pasos de Red Hood y cruzar la línea de la inquebrantable regla de Batman de “no matar”.
El impacto de esta revelación es profundo. Retrata a Batgirl como un personaje que no ve la regla de “no matar” de la manera en blanco y negro que se creía anteriormente. Sugiere que Barbara puede considerar aceptable el asesinato por complicidad en determinadas circunstancias, especialmente cuando se trata del Joker. Esta escena agrega profundidad al personaje de Batgirl y la posiciona como alguien que puede empatizar con las inclinaciones más oscuras de Red Hood.
Sin embargo, la agitación emocional que experimenta después de la muerte de Joker sugiere que ella lucha seriamente con su propio conflicto interno, que su verdadera postura moral hacia el asesinato es más complicada de lo que incluso esta circunstancia extrema es capaz de revelar. Batman: Tres comodines coloca a sus héroes en una de las posiciones más comprometedoras que jamás hayan enfrentado, rastreando sus reacciones y las consecuencias inesperadas que siguen en el arco de tres números de la serie. Esta complejidad moral no sólo enriquece batichica personaje, pero también agrega capas al intrincado mundo de la narración de DC, mostrando que incluso los principios más firmes pueden ponerse a prueba en las sombras de Gotham City.
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