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1. Qué más da 13 que 14
No hay para tanto drama. A cada orejona que añada el Madrid, el valor de la conquista menguará. De tanto ganarlo el mismo, acabará pareciendo uno de aquellos torneos veraniegos de antaño. La UEFA sabrá qué hace con su trofeo. Menos mal que la Superliga les iba a pasar factura… Por si les faltaba motivación, van a casa de Mbappé, nuevo y oportunísimo enemigo público, para restregarle la Copa de Europa en la cara.
2. No hay flor de los jugadores, la flor es la camiseta merengue
Que nadie se engañe: no son los futbolistas los que tienen estrella, es esa camiseta blanca la que la tiene. Hay pruebas: Zidane perdió dos finales de Champions con la Juve antes de ganar la orejona con el Madrid. CR7, cuatro títulos de blanco, ni ha olido la Champions años después de irse del Madrid. Sergio Ramos, el de los goles a los ‘noventayramos’, casi ni ha vuelto a jugar al largarse a París. Keylor Navas, suplente de Munua en el Levante, fue tricampeón europeo en el Bernabéu. En el PSG vuelve a ser suplente. Courtois lo ataja todo en el Real. Pero la parada de su vida no la hizo, en Lisboa 2014, ante el Madrid. El colmo se llama Ancelotti: capaz de perder con el Milan una final con 3-0 a favor al descanso y de ganar 4-1 con el Madrid una final que perdía en el minuto 92.
3. El gol imposible llega justo el día D
El Madrid ha tenido varios futbolistas que han metido el mejor gol de su vida no en los 1/16 de final de la Copa ante el Conquense o en la jornada 7 de Liga. No. Lo hicieron, precisamente, en la final de la Champions: la tijera de McManaman en París, la volea de Zidane en Glasgow, la chilena de Bale en Kiev…
4. No se recuerda ninguna derrota blanca inmerecida desde la Quinta del Buitre
Desde hace décadas, nadie sería capaz de citar un partido clave del Madrid en Europa en el que los postes, los resbalones o una tremenda mala suerte hayan sido elementos fundamentales para explicar una eliminación madridista. Pongan a prueba la memoria de algún amigo merengue. Balbuceará.
5. Las lesiones del rival
Ojo a la lista de bajas que se avecina del Liverpool, un equipo que ya lamentó en la final de 2018 la pérdida de Salah tras una llave de Sergio Ramos.
6. Las lesiones propias
También hay pruebas de que incluso alguna baja propia acabó propiciando un alirón continental blanco. Por ejemplo, en Glasgow 2002, el único día en que Del Bosque perdió su habitual sentido común y puso de titular a César. Pues el portero se lesionó y entró un joven Casillas para ganar la final. Pregunta: ¿Cuántas veces se lesiona un portero en fútbol?
7. El mareo negro del portero de enfrente
Es una jugada que en muy rara ocasión ocurre en un campo de fútbol. Pues al Madrid le pasa cada vez que lo necesita en las rondas decisivas de la Champions. Un portero que se lía con la pelota entre sus pies y gol del Madrid: Karius, Ulreich, Donnarumma, Mendy.. Imaginen preventivamente lo más inverosímil que se les ocurra (un gol a última hora con el trasero de Courtois, una piedra que desvie un balón ante Allison…) y sepan que lo que pasará será aún más inaudito.
8. El fenómeno Benjamin Button
Encarnado en la figura de Modric. Es el único futbolista conocido que contraviene la ley natural y parece más joven con 36 años que con 26. El fenómeno del reloj al revés no se ve en otros clubs. Si es que no juegan en el Madrid, los viejos parecen viejos, como es lógico. Benzema, otro ‘viejoven’ de impacto, añade a su vez otra transformación inverosímil: cambiar de carácter. Pasó de ser ‘el gato’ de Mourinho a ser el tigre de Bengala que sale de caza cada tarde europea.
9. Los olvidados te meten en la final
Imaginen un recorrido sensato para que un equipo llegue en su mejor forma a la fase decisiva de la temporada: haga rotaciones con toda su plantilla, dé descanso a sus jugadores más veteranos, no acumule a sus futbolistas más bisoños en el momento clave. Pues todo eso es justamente lo que no ha hecho el Real Madrid 2021-22. Y está en la final de París. Tiren ese manual.
10. El gol del marginado: Premio Anelka
El gol del que pasaba por allí, del que ya no cuenta o del que aún no ha hecho nada vestido de blanco. ¿Recuerdan los goles de Anelka al Bayern, uno en Madrid y otro en Múnich, en las semifinales de la Champions 2000? Pues piensen quien puede llevarse el ‘Premio Anelka’ en esta final de 2022. Hazard y Bale ya están calentando.
11. ¿Por qué se ponen nerviosos los merengues? ¿Por qué se ilusionan los culés?
¡Si todos saben ya cómo va a acabar esta película! No hay ‘spoiler’ más cantado que una final de la Copa de Europa que juegue el Madrid. Además, jamás hay fisuras en las milicias merengues. Van todos a una. Hagan la prueba: intenten encontrar a alguien que reconozca que el gol de Mijatovic fue fuera de juego. O que diga “esta Champions no nos la merecemos”. En ciertos foros culés sí hubo dudas sobre si ir con el PSG o el Madrid en 1/8 y entre algunos colchoneros que la tomaron con Pep en 1/4 les ocurrió algo parecido en la semifinal City-Real.Resultado: la 14. El karma.
12. Cuidado con la contraprogramación desde el Camp Nou
Para entendernos: que a nadie se le ocurra anunciar el 28 la reforma de los Estatuts, un acto de Barça Universitas o el fichaje de un nuevo Compliance. De Lewandowski para arriba o nada. Por dignidad.
13. Al Madrid le toca jugar bien algún día en esta Champions
Argumento contra ‘la 14’: el Madrid no siempre tendrá esa suerte al límite en la Champions. Contrargumento: es el Madrid y algún día jugará bien. Será en la final y eso les permitirá relatar su 14ª victoria sin necesidad de justificarse, diciendo que son los mejores y punto.
14. El árbitro.