“Boca confirmó su hegemonía en Sudamérica de la mano de un inmenso Riquelme“. Así arrancaba la crónica de la edición de Mundo Deportivo del 22 de junio de 2007 para explicar que el cuadro bonaerense había levantado dicho trofeo al imponerse a Gremio. Era la sexta vez que lo hacía en su historia, habiendo ganado cuatro del 2000 a ese 2007. Este lunes, cuando se cumplen 15 años de la consecución de esa Copa Libertadores de 2007, no se ha vuelto a ver a Boca reinar en la máxima competición de clubs de la Conmebol.
Riquelme fue el ‘MVP’ de aquella final ante Gremio y no es de extrañar teniendo en cuenta que marcó uno de los goles en el 3-0 de la ida en Buenos Aires y los dos del 0-2 de la vuelta en Porto Alegre. Cansado ya del fútbol europeo tras haberse quedado a las puertas de la final de la Champions con el Villarreal, Román andaba de vuelta en casa aunque a préstamo por el conjunto de La Plana. Y en La Cerámica (entonces El Madrigal) buscaban un traspaso que finalmente llegaría meses más tarde por un valor cercano a los 12 millones de euros.
Volviendo a la Copa Libertadores conquistada, al ser la sexta Boca se situaba en el segundo cajón de equipos con más títulos, a tan solo uno de Independiente de Avellaneda (muy prolífico en la década de los 70) y anunciando que en breve estaría en lo más alto, pero no ha sido así.
En estos 15 años transcurridos desde la Copa Libertadores de 2007 Boca Juniors ha llegado a la final en dos ocasiones, pero en ambas perdió. En 2012 el cuadro bonaerense cayó ante Corinthians y en 2018 frente a River Plate en la final del Santiago Bernabéu. Quizá haya que esperar a que aparezca un ‘nuevo Riquelme’ para ver a Boca Juniors levantar su séptima Copa Libertadores.