El Mirandés sumó este lunes tres puntos vitales ante el Cartagena (2-1) en la lucha por la permanencia, en un partido en el que fue mejor que su rival y que estuvo marcado por la polémica del penalti que supuso el 1-0 y dejó en amarilla la expulsión de Jairo.
El equipo de Joseba Etxeberria fue a por la victoria desde el principio mientras que el Cartagena intentaba frenar el impetu jabato, pero sin dar respuesta a la ofensiva de los locales, que se crecieron en Anduva a pesar de la fría noche y sumaron una victoria que les deja a un punto de la salvación.
El Cartagena, que da un paso atrás pero continúa en los puestos de cabeza, se acercó pronto a la portería de Alfonso Herrero, pero fue el Mirandés el que llevó el timón del partido y creó las mejores ocasiones, mostrando su versión más atrevida intentando llevar la presión muy arriba para forzar las pérdidas del Cartagena.
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A pesar de tener el control, los de Joseba Etxeberria no generaron peligro suficiente en sus disparos, ante un rival que apenas tuvo protagonismo en el área jabata, por lo que el partido se fue al descanso sin goles.
Al poco de empezar la segunda parte, el árbitro fue protagonista en una jugada revisada por el VAR. Inicialmente expulsó a Jairo, pero, tras revisar la acción, decidió que solo fuera amarilla y penalti, que supuso el primer gol de la noche del Mirandés, obra de Roberto López.
Tras el gol, el Cartagena quiso llevar la iniciativa del partido llegando en ocasiones al área de Alfonso Herrero cortando balones en el centro del campo, pero cuando más sufría el Mirandés, llegó el segundo gol.
Un centro llegó al área pequeña, donde apareció Barbu para meter el pie y firmar el 2-0 que permitió a los de Etxeberria afrontar la recta final del partido con más tranquilidad. Llegaron a rozar el tercero con un centro de Roberto López que fue despejado por Datkovic, que casi marca en propia puerta.
Con siete minutos de añadido, el equipo de Luis Carrión buscó el gol con todo y Raúl Navas fue providencial para que un disparo de Tejera no terminase en la portería loca, pero en un error de marca tras un centro de Franchu desde una esquina del área Sadiku metió un pie y acortó distancia en el marcador.
Tras el gol del Efesé, el Mirandés achicó balones hasta el pitido final.