2-1: La Real se impone con poca autoridad

2-1: La Real se impone con poca autoridad

El pleno de seis puntos llegó en Anoeta con más apuros de los que nadie pudiera prever. La Real le ganó al Omonia que viaja a años luz, pero se apagó más de la cuenta en varias fases y la decepción sobrevoló en el ambiente. La conexión exótica entre el japonés Kubo y el noruego Sorloth salvó los muebles a nueve minutos de la prolongación. Poca autoridad, pero suficiente al fin y a la postre, para certificar el liderato en la Europa League, que no hace prisioneros ni en la jornada que parecía más plácida. 

La principal incógnita previa al partido podía radicar en cómo iba a responder la segunda unidad a la oportunidad que le brindó Imanol. La alineación irreconocible. Sólo figuraban tres primeros espadas como Zubeldia, Merino o Brais, más Remiro. El resto del organigrama estaba integrado por rostros tan novedosos en la actualidad como Illarra, el recuperado Rico, Guevara o Karrikaburu. 

La Real plasmó todas las teorías que circunvalaron al partido sobre su superioridad respecto al Omonia.  Cada detalle insinuaba la diferencia existente de nivel. Había que refrendarlo en acierto. El dispositivo chipriota de tres centrales que puso encima de la mesa Lennon, técnico visitante con apellido de Beatle, podía ser obstáculo.  La Real tenía que sacar la partitura y bordar un ‘Imagine’. 

Brais fue el compositor. Ningún chipriota fue capaz de desbancar al gallego de la jefatura del partido. Illarra y Guevara le necesitaban para que la Real cambiara de marcha y Merino fue el más feliz de Europa a su lado. Méndez  galvanizaba el reparto del fútbol asociativo, abriendo a Sola o centrando al área con peligro. 

Para el segundo minuto, Brais se inventó la primera acción de gol, robando la cartera a a Kitsos en el área. Fabiano le adivinó las intenciones. La Real se atascó durante unos minutos y la lesión de Bachirou pausó más el pulso.

Un posible penalti de Kitsos al empedernido Sola encendió el fuego y la Real se benefició de que la tarde se animara. Aritz remató al revés un magnífico centro de Merino. Se acercaba la media hora, momento en el que algún nervio se rebela ante la sequía. Uno de los artilleros menos esperados prendió un golazo. 

Ander Guevara, inédito esta temporada, metió el metatarsiano entre el césped y un balón que le llegó suculento. El disparo del canterano entró por la escuadra. Una reivindicación ante la pérdida de minutos, latigazo decisivo para noquear al Omonia. 

Bruno, mejor que Aritz

A la Real le entró una especie de pereza para ampliar las diferencias tras el entreacto. Se volvió lento, funcionarial su fútbol, hasta aburrido. Sin ninguna idea clara de romper el partido, como si se lo tomara demasiado como un tramite. 

Sorloth falló solo ante Fabiano tras un milagro de Rico:  terminar con la monotonía a través de un pase bueno y profundo. Fue una idea muy aislada, como se encargó de puntualizar el Omonia. 

El cuadro chipriota proclamó que el partido correspondía a la Europa League. Que no era un amistoso, ni siquiera una primera ronda de Copa. Y empataron. Bruno interpretó mejor que un garrafal Aritz la diagonal lejana y sorprendió a un indeciso Remiro. Anoeta se enfadó y un sector del estadio protestó. 

Kubo y Sorloth, al rescate

Herida  por el gol encajado, la Real sacó coraje y Take Kubo la varita. El ingreso en el campo del japonés aportó claridad y riqueza técnica. Se acercó al gol  en dos arrancadas y llevó la manija del gol que marcó Sorloth en el minuto 79. Kubo cosió el balón a sus botas y le entregó al noruego el pase que requería el contragolpe. El delantero hizo honor a su demarcación. En nombre de todos los caídos por lesión. Un golpe de autoridad. 

Viendo que puntuar estaba a su alcance, el Omonia descartó arrugarse y catapultó algún misil al área que entre Aritz y Zubeldia tuvieron que abortar. Con estos apuros defendió la Real su posición de líder en el Grupo E. 

Real: Remiro, Sola (Gorosabel, m. 74), Aritz, Zubeldia, Rico, Illarra (Turrientes, m. 74), Guevara, Merino (Navarro, m. 60), Brais, Cho (Kubo, m. 60), Karrikaburu (Sorloth, m. 60). 
Omonia: Fabiano, Psaltis (Matthews, m. 64), Miletic, Yuste (Lang, m. 50), Kitsos, Batsirou (Charalampous, m. 12), Panagiota, Cassama, Loizou, Diskerud (Papoulis, m. 64), Ansarifard (Bruno, m. 64). 
​Goles: 
1-0: Guevara (m. 29)
1-1: Bruno (m. 71)
2-1: Sorloth (m. 79)
Árbitro: Kristo Tohver. Amonestó a Diskerud, Batsirou  por parte del Omonia. 
​Incidencias: 28.587 espectadores en Anoeta. 

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