La selección femenina de Inglaterra, animada por la euforia en Wembley, venció el viernes 2-1 a las campeonas mundiales de Estados Unidos, rival de España este martes, en un amistoso en su primer partido desde que ganó el título europeo en julio.
La puesta en escena de este partido de gala se vio ensombrecida por las revelaciones condenatorias de un reportaje sobre el escándalo de abusos sexuales y conductas inapropiadas “sistémicas” en el fútbol americano.
Antes del saque inicial, los dos equipos se reunieron detrás de una pancarta que proclamaba: “Protege a las jugadoras”. Las futbolistas de ambos equipos también lucieron brazaletes en solidaridad con las víctimas de abuso sexual, y Wembley también se iluminó para conmemorar la ocasión.
Los 76.893 espectadores presentes aplaudieron calurosamente antes de que aumentara el número de decibelios en el momento del saque inicial, bajo una lluvia torrencial.
Inglaterra abrió el marcador en el minuto 10 cuando Lauren Hemp recogió un centro de Beth Mead que fue mal negociado por la defensora estadounidense Alana Cook en la entrada al área penalti. Ese gol que volcó Wembley. Pero las actuales campeonas del mundo empataron por medio de Sophia Smith justo antes de la media hora, ayudados por una floja defensa inglesa (28°). Después de recibir el balón, Georgia Stanway, presionada por Lindsey Horan, perdió el balón ante Smith, quien anotó a pesar de la desesperada intervención de Earps.
Stanway se redimió rápidamente al devolverle la ventaja a Inglaterra gracias a un penalti tras una falta de Hailie Mace tras una patada alta en la cara a Lucy Bronze, confirmada por el VAR (33′).