La vida sigue igual para el Atlético de Madrid desde que se marchase al parón por el Mundial de Qatar. Con más dudas que certezas en lo que se refiere al primer equipo. Porque la certeza es que los canteranos del equipo rojiblanco sí que tienen hambre y ganas. El cuadro colchonero disputó su único amistoso de este periodo hasta que vuelva a la competición oficial el próximo día 22 en Copa del Rey. Y lo hizo ganando ante la Ponferradina, en el amistoso por el centenario del cuadro castellanoleonés , que se disputó en El Toralín, un partido con dos zonas muy diferenciadas. Una en la que un once con mayoría del primer equipo sucumbió ante el anfitrión. Y otra con un Atlético plagado de canteranos que desató la locura y marcó cuatro goles en diez minutos para remontar el partido.
Simeone no habrá podido sacar demasiadas conclusiones de este partido respecto a los jugadores del ámbito profesional, más allá de que los canteranos que llevó fueron lo mejor, casi lo único rescatable de un Atlético que adoleció de unos desajustes defensivos inquietantes, sea en un amistoso o en un partido oficial. El Atlético se fue al parón con bastantes cosas por corregir, entre ellas el asunto de la contundencia defensiva. De momento no hay noticia de que mucho haya cambiado en este sentido.
El Cholo salió con un once formado por siete jugadores del primer equipo y cuatro canteranos. Sergio Díez, Adrián Barrios, Carlos Martín y Ethyan completaban el equipo. Y lo más destacado quizás en esta apuesta inicial fuese el hecho de que Simeone apostase por una línea de cinco atrás. Habrá que esperar a la vuelta a la competición para saber si fue una cuestión circunstancial o volverá a ser el dibujo del Atlético a la vuelta de la competición. Recordemos que la búsqueda de un sistema consistente y habitual fue uno de los problemas del equipo rojiblanco en el primer tramo de curso. Simeone debería estar ocupado en cambiar cosas porque el jueves de la semana que viene, el Arenteiro espera en Copa.
La primera ocasión como tal llegó casi al cuarto de hora, un disparo de Naranjo que despejó Oblak, bien colocado, a pesar de estar muy tapado por la enorme cantidad de jugadores que había en el área. Casi acto seguido, Mario Hermoso, en una acción providencial, evitaba una entrada en el área de un jugador del cuadro castellanoleonés que se iba a plantar solo ante el meta del Atlético.
Del cuadro rojiblanco no hubo noticias ofensivas como tal, aparte de algún conato de peligro, hasta el 22’. Una buena combinación que terminaba con un pase de la muerte de Lemar que Pablo Barrios remataba mordido y demasiado cruzado.
En este arranque fue la Ponferradina, más rodada que el Atlético (la Segunda división no ha parado durante el Mundial), la que llevó el peso ofensivo de las acciones, con algún disparo lejano y triangulaciones en las que le faltaba un poco de precisión -también motivado por la incesante lluvia que caía- para poner en más aprietos a Oblak.
A la media hora de partido, la Ponferradina, por fin, acertaba. Un pase medido en profundidad, entre los centrales del Atlético, dejaba a Heri en carrera, en un mano a mano ante Oblak, al que batía con un disparo cruzado y raso. Savic no llegaba en la carrera para tapar al atacante del equipo ponferradino.
El Atlético intentaba reaccionar, sobre todo a través de un Yannick Carrasco que se multiplicaba en ataque, desde su esquina izquierda. Un pase en profundidad de Lemar dejaba al belga dentro del área con opción de realizar un fuerte remate que iba demasiado centrado y al que respondía el meta Makaridze.
El siguiente en intentarlo era Carlos Martin, con un disparo desde la frontal que se iba cerca de la escuadra del cuadro local. El partido había pasado a dominio rojiblanco, que lo intentaba de nuevo con otro remate desde la frontal, de nuevo por parte del delantero del Atlético B. En este momento de encuentro, los canteranos colchoneros eran los que estaban dando un poco la cara y Pablo Barrios estaba a punto de empatar el duelo con un disparo desde la frontal que Makaridze sacaba casi de la escuadra.
La primera mitad concluía con una nueva oportunidad colchonera, ésta a disparo de Kondogbia desde la frontal; un balón que se quedaba en el balcón del área tras un mal despeje de puños del meta local. El disparo del francés salía por encima del larguero.
GOL CASI CALCADO
El segundo de los actos en El Toralín dejó un reguero de cambios en ambos equipos y una continuidad en la tendencia. El Atlético, buscando el empate y los canteranos colchonero siendo los que más peligro llevaban, como en un disparo cruzado desde la frontal de Sergio Díez, al que el meta georgiano del cuadro ponferradino, respondía con una gran estirada.
La Ponferradina se resguardaba para salir en velocidad. Una transición rapidísima llevada por Naranjo, que terminaba con un disparo de Heri Tavares desde la frontal que se iba pegada a la escuadra. El propio canterano del Benfica ponía posteriormente el 2-0 en el marcador, de nuevo en otra contra y con un pase en profundidad. El portugués recortaba en el área a Mario Hermoso, disparaba raso y fuerte, Oblak repelía el balón con tan mala suerte que golpeaba en el jugador de la Ponferradina y acababa entrando. Dos goles que evidenciaron que la defensa colchonera estaba descentrada, dejando enormes huecos atrás, por donde la Ponferradina entró generando mucho peligro.
En ese tramo de partido, en el Atlético, el único que parecía querer cambiar las cosas era un Carrasco que lo intentaba de todas las formas posibles, ahora desde la banda derecha una vez que Saúl se había colocado por la izquierda. Dos disparos peligrosos del belga, especialmente una acción individual en la que se colaba en el área, era el principal argumento colchonero para pensar que algo positivo podía suceder.
El Atlético reducía diferencias en el 75’, en una jugada a balón parado botada al área, donde Reinildo cabeceaba a la red. El primer gol del mozambiqueño con la camiseta rojiblanca. Un choque que fue el aldabonazo de la locura que se viviría en los diez minutos después, ya con un once lleno de canteranos del Atlético que dieron la vuelta al partido. Primero con un golazo de Alber Moreno, con disparo en el área. Y luego, casi calcado con el primer tano de Carlos Martin, que de nuevo repetía en el 85 tras una gran galopada de Reguilón en la que sólo tenía que embocar. Por cierto buen partido del lateral, con dos asistencias. Más allá de eso, una certeza, que el Atlético tiene su futuro asegurado.
PONFERRADINA
24
AT. MADRID
PONFERRADINA: Makaridze; Aldair, Pascanu, Castellano, Heri; Nararanjo, Ale Díez, Derik, Sabit; Moussa y Javi.
También jugaron: Yuri, Raúl Arias, Hugo Vallejo, Klein, Edu Espiau, Moi Delgado, Cata
ATLÉTICO DE MADRID: Oblak; Sergio Díez, Hermoso, Savic, Reinildo, Carrasco; Barrios, Kondogbia, Lemar; Carlos Martín y Ethyan.
También jugaron: Saúl, Reguilón, Felipe, Alber, Gismera, Kostis, Diego Bri.
GOLES: 1-0, Heri (Min.30); 2-0, Heri (Min.54); 2-1, Reinildo (Min. 76); 2-2, Alber Moreno (Min.79); 2-3, Carlos Martin (Min.83); 2-4, Carlos Martin (Min.85)
ÁRBITRO: Amonestó a Miguélez (Min.84)
INCIDENCIAS: Partido amistoso disputado en El Toralín para celebrar el centenario de la Ponferradina, ante 5.118 espectadores.
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