La consagración de Mikel
Oyarzabal como líder del proyecto ha coincidido, de pleno, con el brusco desvanecimiento de Asier
Illarramendi como cabeza visible en el centro del campo. Si la Real apenas se ha resentido por la sistemática ausencia de su primer capitán ha sido, en gran medida, gracias a la natural asunción del poder por parte de su número 10. Una especie de traspaso repentino en el escalafón de los rangos en mitad de un palmario relevo generacional en el marco global de la plantilla.
De ahí que Oyarzabal haga, una y otra vez, honor a lo que se entiende como capitán de un equipo. Dentro del campo, en el fragor de una competición que para Illarra desapareció, a efectos prácticos, en agosto de 2019. Desde entonces, el ex del Real Madrid no ha podido sumar un solo dígito a los 203 partidos oficiales que le contemplan en la Real durante la última década.
Gracias a este bagaje, Illarramendi encabeza la lista de jugadores que dentro de la actual plantilla han defendido en más ocasiones la camiseta de la Real. Así es, por poco tiempo. Recién ingresado en uno de los selectos rincones del ‘Hall of Fame’ realista, Mikel
Oyarzabal sólo necesita cuatro participaciones más para rebasar a su compañero. Y el concurso del eibarrés se cotiza como seguro.
El espléndido atacante de la Real superará a Illarramendi, siempre que se cumplan los pronósticos, a finales de este mes de octubre. Cuando prosiga con su prodigiosa carrera para no perderse ninguna de las batallas que endurecen desde ya la temporada de la Real. Betis, Rijeka y Huesca preceden al duelo de la Europa League que la Real jugará contra el Nápoles en Anoeta el jueves, día 29. Oyarzabal alcanzaría entonces los 204 encuentros oficiales como txuri urdin. Tiene siete años menos que Illarramendi.
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