22 multinacionales españolas pagan un impuesto de sociedades medio del 1,3% de su beneficio global

Un panel muestra la evolución del Ibex 35 en la Bolsa de Madrid este miércoles.
Un panel muestra la evolución del Ibex 35 en la Bolsa de Madrid este miércoles.Altea Tejido / EFE

Las multinacionales españolas pagan en impuesto de sociedades un tipo efectivo medio del 17% de su beneficio a escala global, muy por debajo del tipo nominal vigente en España, del 25%. Así lo refleja la segunda edición del Informe país por país (Country by Country Report, en inglés) publicado este jueves por la Agencia Tributaria. El estudio se ha elaborado con datos relativos al ejercicio de 2017 y recoge la información presentada por 112 grupos y sus 14.996 filiales, 9.939 de ellas en el extranjero. De estas grandes compañías, 22 abonaron un tipo efectivo medio de tan solo un 1,3%, pese a que sus beneficios supusieron más del 25% del total.

El informe de la Agencia Tributaria solo tiene en cuenta las multinacionales que facturan más de 750 millones de euros en todo el mundo, pero no permite conocer el nombre de las empresas que han presentado los datos ni saber en qué países se encuentran sus filiales. En total, estos grandes grupos abonaron 15.017 millones en impuesto de sociedades a escala global en 2017, ante unos beneficios netos de 88.398 millones. El resultado: un tipo medio efectivo soportado del 17%, por debajo del 25% nominal vigente en España —del 30% para bancos y petroleras—.

Al bajar al detalle, el informe destaca sin embargo una gran “dispersión” de tipos. En 2017, 22 multinacionales que acapararon más del 25% del beneficio total solo abonaron un tipo efectivo medio del 1,3%: pagaron 313 millones en impuesto de sociedades (el 2% del total) frente a unas ganancias de 23.522 millones. Si se amplía el foco, más de la mitad de los grupos considerados en el análisis, que generaron el 50% de los beneficios netos globales, asumieron un tipo efectivo medio por debajo del 12,5%.

“Las 57 empresas con los tipos efectivos de tributación más bajos únicamente representaron el 17,6% del impuesto pagado por el conjunto del colectivo, a pesar de concentrar el 50% del beneficio”, resume la nota publicada este jueves por el Ministerio de Hacienda. En el otro extremo, 23 grupos soportaron una presión superior al tipo nominal, del 31,7%, sobre unos beneficios de 28.949 millones.

Este es el segundo Informe país por país que da a conocer la Agencia Tributaria. El primero se publicó a finales de 2019 con datos relativos a 2016, en virtud de los compromisos de transparencia que España ha asumido con la OCDE (la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, una suerte de think tank de los países ricos) para atajar las vías de fuga que usan los grandes grupos para eludir impuestos, trasladando beneficios a jurisdicciones con menor imposición fiscal. El análisis anterior se basó en la información de 134 multinacionales y sus 16.160 filiales (el 67% de ellas en el exterior), que arrojaron un beneficio de casi 92.000 millones.

El menor número de multinacionales analizadas en el informe publicado este jueves se debe a “depuraciones estadísticas”, aclara la Agencia Tributaria, dirigidas tanto a solucionar “errores de presentación” de la información por parte de las compañías como a eliminar duplicidades en los casos en los que les correspondiera presentar el informe en otro país.

Estos datos se publican justo cuando la UE ha decidido retomar la iniciativa para que las grandes empresas hagan pública la información sobre los beneficios e impuestos que pagan en todos los países en donde operan, ante el enorme boquete que la pandemia ha generado en las cuentas públicas. Uno de los grandes problemas para los Estados es la ingeniería fiscal que permite, sobre todo a los grandes grupos que explotan el negocio digital, trasladar beneficios a territorios de baja tributación.

En paralelo, la OCDE sigue explorando un acuerdo para diseñar una tasa Google global, pero sus trabajos se vieron frenados tanto por la crisis sanitaria como por la decisión de la Administración de Donald Trump de abandonar las negociaciones el año pasado. Mientras tanto, varios países europeos, entre ellos España, han aprobado sus propios impuestos digitales, y Bruselas ya ha anunciado que seguirá avanzando en la creación de una tasa Google comunitaria si el organismo con sede en París fracasa en su objetivo.


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