Coronada por el castillo de Santa Catalina, Jaén se extiende sobre las laderas de un cerro de tal manera que la calle principal de su centro histórico parece discurrir entre los decorados de corcho de un belén. Un museo considerado como uno de los mejores del arte íbero, una impresionante catedral, unos cuantos restaurantes —dos con su estrella Michelin— y tabernas centenarias que sirven ricas tapas de la región constituyen el principal reclamo para los muchos turistas que en los últimos años han descubierto una capital andaluza menos conocida que sus vecinas.
10.00 Las mejores vistas
Una buena idea para empezar el día es subir hasta el mirador del castillo de Santa Catalina (1), edificado en la Edad Media en la cima de un risco de la sierra de Jabalcuz, a 820 metros de altura. Desde aquí se disfruta de las vistas sobre la ciudad, los extensos campos de olivares y los montes circundantes. Junto a la fortaleza se encuentra el parador de Jaén, una magnífica opción para alojarse que se construyó sobre los restos de otros bastiones. Lo suyo es aprovechar para un desayuno andaluz en su acogedor salón, entre armaduras y al calor de una espectacular chimenea.
11.00 Una imponente catedral
13.00 Por la Carrera de Jesús
La calle más interesante y atractiva del centro histórico, Carrera de Jesús, arranca desde el lateral sur de la plaza de Santa María y discurre en dirección oeste entre los restos de la muralla árabe y cristiana y varios monumentos: el convento carmelita de Santa Teresa (3), de principios del siglo XVII y que custodia un manuscrito del Cántico Espiritual de San Juan de la Cruz; a su lado, el palacio renacentista del Vizconde de los Villares (4) y, muy cerca, el Camarín de Jesús (5), en cuyo interior sostiene una cruz la imagen más venerada de la ciudad, Nuestro Padre Jesús Nazareno (El Abuelo), en madera polícroma del siglo XVI.
15.00 Cazuelas mozárabes y vinos de la tierra
A pocos metros de la plaza principal, el restaurante boutique Plaza Vieja (6), inaugurado 2021, se ha hecho con una buena reputación entre los jienenses gracias a sus especialidades locales, como los platos de ibéricos de bellota. También por sus imaginativas recetas de fusión: cazuela mozárabe a base de bacalao, miel y nueces, fideuá oriental al curry o verduritas sefardíes. Todo ello se puede regar con los vinos de la tierra que ofrece la carta. El local, además, tiene un atractivo diseño y una amplia terraza muy cómoda para un almuerzo o cena.
16.00 Aceites supremos, oro líquido
Ya que estamos en una de las provincias de mayor producción de aceite de oliva virgen de calidad suprema, dos buenas direcciones para dejarse aconsejar sobre qué variedad adquirir son las tiendas Un mundo a granel (7), en el número 3 de la calle Pescadería, y la de La Fábrica (plaza Jardinillos, 6) (8). Ambos locales ofrecen también una buena selección de productos gourmet de la región, y la primera, además, especias y frutos secos exóticos.
17.00 El legado íbero
Jaén presume de atesorar la colección más importante de arte íbero del mundo, con piezas tan sobresalientes como las del yacimiento de Porcuna, del siglo V antes de Cristo y que cinco años después de la inauguración del Museo Íbero (9) se hallan repartidas entre este centro y el cercano Museo Provincial (paseo de la Estación, 29) (10), por lo que es aconsejable visitar ambos (entradas gratuitas). Imágenes pétreas de toros —animales totémicos de los íberos—, príncipes, guerreros, cabezas de caballos o estatuillas de diosas, algunos muy bien conservados o restaurados, son las principales obras rescatadas de yacimientos ancestrales.
19.00 Sorpresas en dos palacios
Los Baños Árabes de Jaén (11), bajo el palacio de Villardompardo, son probablemente los de mayor tamaño de Europa —ocupan 450 metros cuadrados— y también los mejor conservados, ya que después de la Reconquista permanecieron 500 años ocultos en los sótanos del palacio. Construidos en los siglos XI y XII por los almohades, el refinamiento de las costumbres en la ciudad en aquellos tiempos se percibe en su amplio y hermoso vestíbulo y en las tres salas sostenidas y separadas por arcos de herradura sobre medias columnas para los baños de agua fría, templada y caliente. Y en los techos abovedados, los lucernarios en forma de estrella filtran la luz.
A través del patio con galerías de arcadas de otro palacio, el del Condestable de Iranzo (12), en la calle Maestra, se accede al Salón Mudéjar, techado por un bellísimo artesonado polícromo del siglo XV en cuyo centro sobresale un entramado de mocárabes.
21.00 Tapas centenarias o estrellas Michelin
La calle Maestra y la vecina zona del Arco del Consuelo concentran algunas de las tabernas de tapas con más solera del centro de la ciudad andaluza, como El Gorrión (Arco del Consuelo, 5) (13) y La Manchega (Bernardo López, 8) (14), ambas fundadas a finales del siglo XIX, donde probar entre otras especialidades la famosa morcilla local, con o sin migas, o la Peña Flamenca de Jaén (Maestra, 11; ) (15), que sirve además platos de caza, rabo de toro y guisos caseros.
Si la elección para la cena se inclina hacia un restaurante de lujo, hay dos en el barrio de San Ildefonso que poseen una estrella Michelin: Dama Juana (16), de cocina tradicional, y Bagá (17), que fusiona con acierto los sabores del mar y la montaña en sus reputadas quisquillas de Motril en escabeche de perdiz y otras de sus audaces propuestas.
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