Pocas Ligas se deciden con la tensión de la de la temporada 1993-94. En un campeonato todavía con 2 puntos por victoria, a la última jornada llegaron con opciones el Deportivo de la Coruña y el FC Barcelona; los gallegos, con un punto más: 55 por 54.
En Riazor, Depor-Valencia, y en el Camp Nou, Barça-Sevilla. Los dos partidos, el sábado por la noche a la misma hora.
Simeone abrió el marcador en Barcelona, y tras empatar Stoichkov, Suke
r dejó el 1-2 al llegar al descanso. En Coruñ
a, mientras, el 0-0 no se movía. Tampoco se movió cuando el Barça puso la quinta marcha y empezó a golear a los sevillanos. El partido acabó 5-2. Y en Riazor todo igual.
Hasta que a falta de poco más de un minuto para el final del partido, una entrada de Serer a Nando dentro del área, tras recoger un pase de Bebeto, fue castigada con penalti por el árbitro del partido, el malagueño Antonio López Nieto. El Barça-Sevilla ya había concluido en Barcelona, así que toda una Liga, más que histórica para el fútbol coruñés y gallego, quedó en los pies del serbio Miroslav Djukic. No era el lanzador habitual de penaltis del equipo, pero asumió la responsabilidad y la presión: tomó aire, avanzó hacia el balón, lanzó colocado, pero no muy fuerte… y paró José Luis González. Y la fiesta se desató en el césped del Camp Nou.
El drama en las gradas coruñesas fue trágicamente inolvidable. En un suspiro se desvaneció el sueño de la primera Liga de la historia deportivista, una Liga que prácticamente había liderado en sus dos terceras partes. “A Djukic le faltó un poco de concentración –dijo en la sala de prensa el entrenador del Dépor, Arsenio Iglesias-. Está abatido”. Por su parte, el presidente del club, César Lendoiro, reconoció que “ha sido una noche muy triste” pero tuvo fuerzas para felicitar al Barça. El equipo de Johan Cruyff acabó con los mismos puntos que el Depor (56) pero se llevó el título gracias al ‘average’.
Por cierto: Djukic aún jugó tres temporadas más con la camiseta del Dépor, y después fichó por el… Valencia.
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