La primera vuelta de la Liga ha terminado con otro empate con buen sabor de boca, en un campo y ante un rival complicado, como el anterior en el Bernabéu. Es momento de hacer números. El Athletic, de seguir así, volverá a pelear por Europa esta campañ
a. Va por el buen camino.
El pasaporte continental en lo que va de siglo se canjea en los 59 puntos, arriba o abajo. Las cuentas cuadran. Con medias inglesas o en leotardos, el balance es positivo.
Gaizka Garitano y sus jugadores saben lo que se traen entre manos.
Hay un dato espectacular, que no engaña: olvidando el partido del Villamarín, los rojiblancos han encajado 10 goles en 18 partidos, es decir, un tanto en contra cada 162 minutos. Un muro de hormigón, vamos. A poco que el asunto mejore arriba, aún llegarán más puntos al casillero rojiblanco.
Los de Garitano se han convertido en un dolor de muelas para cada uno de sus adversarios. Es algo incontestable. Incluso campos malditos como el Bernabéu o el Sánchez
Pizjuán nos han respetado. El Athletic es muy indigesto, capaz de acabar con las virtudes de cualquier rival.
El Sevilla de
Banega
,
Ocampos
,
Munir
y el eléctrico
Navas
apenas se acercó al balcón del área de
Unai
Simón
en toda la primera mitad. Nuestro portero ni la tocó. Y no es casualidad; entre los siete primeros clasificados del campeonato solo nos han hecho cuatro goles. Ni culés, ni merengues, ni donostiarras, por ejemplo, han batido al ahora portero titular del Athletic.
Llega el momento, con el parón obligatorio en Liga para afrontar el envite copero frente al Sestao
River, de sumar de tres en tres. Celta y Espanyol
esperan a los leones en puestos de descenso. No es el momento de flaquear.
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