3-4: La Real se descose en Anoeta

A la Real se le atragantó el fuego a discreción que planteó contra el Levante. Los pecados que cometió fueron demasiado graves como para salir indemnes: abrirse en canal en la defensa, perdonar claras ocasiones y el mal día en la oficina que tuvieron algunas ases realistas, como Vanegas, Gaby pese a marcar un gol, o Amaiur pesaron un quintal y costaron los tres puntos ante 3.666 espectadores.

Hay que bordar cada detalle para llevarse un partido tan abierto como el que aceptó la Real. Entre el acierto y el error media un abismo siempre, máxime si las dos delanteras del Levante son imparables, sobre todo una espectacular Mayra Ramírez que se llevó a toda la defensa de la Real por delante. No debió la retaguardia txuri urdin descuidarse ante el manifiesto peligro de Mayra y Alba Redondo, decisivas participando en los cuatro goles valencianos.

Sólo en los primeros 10 minutos intimidó la Real al Levante. Un pistoletazo eléctrico fue la causa de que, nada más empezar, Jensen anotara a placer después de que Eizagirre le arrebatara el balón a Méndez. Pero el Levante reaccionó. Intuyó dónde estaba el punto débil realista y acertó. Vanegas, garrafal antes de ser sustituida al descanso, dejó libre su parcela al salir a por un balón. Ninguna defensa le acompañó en el movimiento y Redondo batió a Lete como si jugara en el salón de su casa.

El resto de la primera mitad fue un canto al colmo. Todas las acciones que fabricó la Real, lanzada por las dos laterales, Le Guilly y Bernabé, terminaron en el limbo, como una de Amaiur ante Tarazona. La portera se creció a los pies de la donostiarra, peleada con el gol toda la tarde. El Levante tuvo la virtud de hacer lo contrario: anotar cada vez que se presentó ante Lete. Mayra rompió a Vanegas y se escapó sin que nadie le pudiera seguir la estela en la cruda realidad del uno a dos.

Dos minutos de esperanza

Pareció recomponerse la Real a la salida del descanso. Se permitió asediar al Levante, pero se volvió a faltar instinto. Bernabé, Amaiur en un remate muy favorable y Eizagirre malgastaron las balas de un empate que sí firmó Gaby García en la estrategia. Faltaba un cuarto de hora para el final.

Lejos de entender que era tiempo para la contemporización, la Real se partió de nuevo. Dos minutos duró la esperanza post empate, los que tardó Mayra, en posible fuera de jugo, en fabricar el tercero del Levante, obra de Tatiana. Etxezarreta hizo en propia el cuarto gol valenciano y Mirari se adjudicó el tercero de la Real, pero el milagro fue imposible.