Qué contundente resultó Uruguay en el debut. Con un primer tiempo soñado, dominando todos los aspectos del juego, goleando, con la firma de siempre de Suárez y Cavani en la red, y aún más, de Nicolás Lodeiro, el jugador más resistido por el público uruguayo antes de la Copa, y la gran figura de la primera parte: un gol, provocó la expulsión de Quintero que dejó a Ecuador con diez tres cuartas partes de partido, y estuvo siempre presente en el fútbol.
Todas las chances de gol de la primera parte las generó Uruguay: las propias y la única que tuvo Ecuador, al minuto, cuándo se equivocó Godín y entregó corto atrás para el golero Muslera, quién atorado por Enner Valencia casi cede el gol.
A los cinco minutos, el lujo de Lodeiro asombró a los algo más de diez mil personas que estaban en un casi desierto Estadio Minerao, reflejo de una Copa que todavía no han entrado en el pueblo brasileño, que además se queja de los altos precios de las entadas en comparación con el poder adquisitivo local. El volante metió un sombrero perfecto, después de una habilitación de Luis Suárez desde la derecha y sin dejarla caer la cruzó perfecta. Un golazo para la colección de los mejores de la Copa.
Cavani tuvo tres chances, y a la tercera concretó. Primero un tiro fortísimo que desvió el golero Domínguez, después un tacón que casi entra, y por último, después de un corner, cabeceó Lodeiro, cabeceó Godín y la tijera en el aire espectacular del punta del PSG le permitió romper su virginidad en Copa América: fue su primer gol en los torneos sudamericanos ( o casi, porque han venido México, Estados Unidos, Japón y Qatar)
Faltaba la firma de Suárez, de buen primer tiempo, y llegó. Otra vez ganó por arriba Uruguay, cabeceó Martín Cáceres y concretó el punta azulgrana contra el palo. Tres a cero, y con diez Ecuador, era demasiado. Me crucé con un par de periodistas ecuatorianos en el ascensor en el entretiempo. Fueron claros: hubieran preferido que la Sub-20, tercera en el reciente Mundial de Polonia, los hubiera representado en la Copa América. Elocuente. Habla por sí solo.
El segundo tiempo se consumió en el camino de lo previsible, entre un equipo que goleaba, y otro, notoriamente inferior, y con un hombre menos. Si algo le faltaba a Ecuador en la noche de Belo Horizonte fue el cuarto gol de Uruguay. En contra de Arturo Mina, en una colección de errores.
Uruguay presentó credenciales, y ratificó la chapa de candidato. Por hoy, sólo eso, chapa, porque nadie es campeón con una sola flor. Aseguró que Suárez y Cavani están en plena forma, ambos jugaron los 90 minutos, encontró en Lodeiro un pistón y ejecutante por izquierda que venía buscando Tabárez y ahora encontró. Se presentó la mejor versión de los últimos tiempos del “Suárez de la defensa”, como una vez calificó el entrenador charrúa a Martín Cáceres, Firme como siempre atrás y además, con subidas permanentes para hacer tándem con Naithan Nandez. Sin contar el dinamismo de Matías Vecino y Rodrigo Bentancur en el medio, y el triángulo de fierro del fondo: Muslera, Giménez y Godín.
Debut irreprochable. Goleada. Firmó Suárez. Firmó Cavani. Falta, esto recién empieza. Y qué bien empieza para Uruguay.
4 – Uruguay: Fernando Muslera; Martín Cáceres, José María Giménez, Diego Godín, Diego Laxalt; Nahitán Nández (Gastón Pereiro, min. 64), Matías Vecino (Federico Valverde, min. 80), Rodrigo Bentancur, Nicolás Lodeiro (Lucas Torreira, min. 74); Edinson Cavani y Luis Suárez.
Seleccionador: Óscar Washington Tabárez.
0 – Ecuador: Alexander Domínguez; José Quintero, Arturo Mina, Gabriel Achillier, Beder Caicedo; Antonio Valencia, Jefferson Intriago, Jefferson Orejuela, Ayrton Preciado (Romario Ibarra, min. 45); Ángel Mena (Pedro Velaco, min. 29) y Enner Valencia.
Seleccionador: Hernán Darío ‘Bolillo’ Gómez.
Goles: 1-0, min. 6: Lodeiro. 2-0, min. 33: Cavani. 3-0, min. 44: Luis Suárez. 4-0, min. 79: Arturo Mina, en propia puerta.
Árbitro: el brasileño Anderson Daronco. Amonestó con tarjeta amarilla a los uruguayos Lodeiro (min. 14) y Giménez (min. 63), y expulsó por roja directa al ecuatoriano Quintero (min. 24).
Incidencias: partido de la primera jornada del Grupo C de la Copa América, disputado en el estadio Mineirao de Belo Horizonte, ante 13.611 espectadores.
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