Las copas se suceden una tras otra en una noche de fiesta de esas que planeas tener siempre en tu memoria pero en la que te sumerges en lagunas más profundas que el mismísimo Lago Ness. Una de esas celebraciones de fin de exámenes, afterwork o simplemente por que sí, que acaban con varios chupitos encima de la barra de un bar desconocido del que no quieres salir. Las luces se encienden y te das cuenta que solo quedáis tu y tus amigos bailando al ritmo de canciones creadas especialmente para cerrar bares mientras el portero os enseña el camino hacia la puerta. Todo parece divertido hasta que te levantas en la comodidad de tu cama con el mayor enemigo de los fiesteros: la resaca.
La resaca puede definirse como un cuadro de malestar corporal que se padece tras un consumo excesivo de bebidas alcohólicas. Una sensación horrorosa que se adueña de tu cuerpo por medio de dolores de cabeza, vómitos y todo tipo de achaques que te hacen repetir una vez más esa mítica frase: «No vuelvo a beber en mi vida». Por eso, si eres amante de la fiesta te aconsejamos que tomes nota de esta lista con los mejores consejos para evitar la resaca.
Una buena cena como preventivo
Una buena cena es el mejor remedio para bajar la intensidad de la embriaguez
Nunca se debe ingerir alcohol con el estómago vacío. Se recomienda cenar de forma adecuada si la noche promete ser de lo más animada en cuanto a copas se refiere. Tampoco es recomendable atiborrarse de productos grasientos como hamburguesas o pizzas, ya que se digieren mucho peor y pueden generar vómitos innecesarios. De cualquier forma, siempre hay que ingerir algo de comida para evitar lo que en el mundo de la resaca suele llamarse «la pálida».
Burbujas no, gracias
Las bebidas burbujeantes permiten una mayor absorción del alcohol
Seguramente hayas escuchado alguna vez la expresión: «es que el alcohol se me sube muy rápido». Pues bien, esta frase célebre que suena a excusa tiene algo de razón, ya que las bebidas burbujeantes como el champán o el cava aceleran de una forma mucho más intensa la absorción del alcohol. Un aspecto importantísimo que suele determinar el rango de la resaca del día siguiente.
Beber mucho y no solo agua
Beber todo tipo de bebidas isotónicas es fundamental para prevenir la resaca
«Con lo que bebí ayer y la sed que tengo hoy». Esta suele ser una de las frases más empleadas por las personas que sufren resaca. Un proceso que suele resolverse con grandes cantidades de agua pero que también puede resolverse con otro tipo de bebidas como leche de coco, bebidas isotónicas o incluso una factible mezcla de agua con sal y azúcar que puede ayudar en el proceso de hidratación corporal. Eso sí, olvídate del café durante unas horas si no quieres que la boca se te quede más seca que la mojama.
Desayuno «antiresaca»
El desayuno es fundamental para recuperar nutrientes
Sí, sabemos que es complicado ver un plato de comida después de una noche de excesos con el alcohol. Incluso el propio olor de los macarrones con queso que llegan de la cocina te producen el mayor asco que tu cerebro haya generado en años. Pero hay que sobreponerse a todo ello y comer. Tu cuerpo necesita reponerse de las vitaminas y minerales perdidos durante la noche y para ello se recomienda unas buenas tostadas para reponer hidratos de carbono, una tortilla o huevos revueltos para incrementar los nutrientes y por supuesto, ese zumo de naranja que nos inyecte la dosis necesaria de Vitamina C.
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