4 fobias que no conocías

Todos conocemos a alguien que tiene fobia a las arañas, fobia social o a los insectos en general.

Pero existen muchas otras fobias que no conocías, algo extrañas, e incluso, surrealistas, que merece la pena conocer. ¿Sufres alguna de ellas?

Tocofobia o miedo al embarazo

Algunas personas tienen una fobia incomprensible a quedarse embarazadas y a pasar por esta etapa y por el parto. Las causas del porqué surge la tocofobia pueden ser muchas, algunas de las cuales pueden estar relacionadas con una experiencia traumática relacionada con este tema del pasado.

Lo normal es tener una ansiedad generalizada que suele acentuarse cuando oyen hablar de embarazo. Aunque nos resulte extraño, no solamente afecta a las mujeres, sino que también hay hombres que la pueden sufrir.

Gerascofobia o pánico a envejecer

Sí, el paso de los años no queda en balde y puede acusarse en nuestro físico y en la mente. Por ello algunas personas pueden sufrir de gerascofobia, o lo que es lo mismo, un temor irracional a los mayores o a los coetáneos, si se es viejo. Es decir, miedo, rechazo y desprecio por la gente mayor.

Suele aparecer ansiedad al pensar que se harán mayores y esto se acentúa a medida que pasan los años. Las personas con esta fobia suelen tener pensamientos obsesivos. De igual manera que pasa con otras fobias, puede tratarse con psicología y paciencia, tanto de quien padece esta fobia como de quienes están a su alrededor porque también la sufren.

Zelofobia o temor a los celos

Esta es quizás una fobia algo más conocida. Pues cuando se habla de zelofobia se asimila al  temor a la envidia y a los celos. En la gran mayoría de los casos se inicia en la infancia a raíz de un trauma con una persona excesivamente celosa.

El origen no está claro, pues el miedo a los celos puede presentarse de manera muy distinta entre unos pacientes y otros. Puede aparecer en la infancia, por problemas psicológicos, por inseguridades, por experiencias anteriores con otras parejas, etc.

Bufonofobia o miedo a los sapos

Se basa en sufrir un miedo totalmente irracional a los sapos. Engloba así un trastorno psicológico de ansiedad. Sus síntomas son diversos: sudor, palpitaciones, temblores, sensación de no poder respirar, miedo que hace que tengamos ganas de evitar a este animal.

Las causas no son claras, no hay una razón total, y podría surgir por tener ansiedad generalizada. Como hemos definido para otras fobias, con algo de paciencia, puede curarse si se trata siempre con los profesionales adecuados.

 


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