Más allá de los problemas para comprar entradas con una IP desde Alemania o con una tarjeta de crédito alemana, ya que el FC Barcelona había bloqueado la compra de entradas en estos casos, la afición del Eintracht Frankfurt, especialista en grandes desplazamientos europeos, no tuvo muchas más grandes dificultades para adquirir localidades para el partido del jueves en el Camp Nou, ya fuera en la página web del club azulgrana utilizando contactos y tarjetas de crédito de otros países, a través de touroperadores o en páginas de reventa. Y es que como se viene sucediendo desde el fin de las restricciones por la pandemia, des de finales de octubre, el Barça tenía alrededor de 40.000 entradas disponibles para el duelo ante el conjunto alemán. De estas, unas 30.000, incluido el 5 por ciento del aforo destinado al club rival por normativa UEFA, fueron a parar a la afición del Eintracht, desatando una ola de indignación en el barcelonismo, que en el Camp Nou, se sintió como si estuviera lejos de casa.
Casi 27.000 excedencias
Hasta la llegada de la pandemia, el Barça, que contaba con una cifra de abonados en torno a los 83.500, solo disponía de entre 13.000 y 14.000 entradas a la venta. Cifra que se vio ampliada de forma drástica el pasado verano, cuando un total de 26.238 abonados se acogieron a la excedencia para esta temporada que facilitó el club. De estas aproximadamente 14.000 localidades a la venta para cada partido, se pasó pues a las cerca de 40.000 actuales. Incrementada incluso en el caso del partido contra el Eintracht Frankfurt, ya que aunque este curso quedó suspendido el ‘seient lliure’, el club hizo un llamamiento la semana pasada a los socios abonados para que si no podían acudir al Camp Nou en este y los próximos partidos, liberaran su asiento, sin ninguna contraprestación, “con el objetivo de maximizar el apoyo al equipo y generar nuevos ingresos al club, imprescindibles en la situación actual”.
Aproximadamente unos 2.500 socios respondieron a la petición de la entidad, incrementando pues, esta cifra de entradas disponibles, en total, a más de 42.000. Más que suficiente para cubrir la demanda de los 30.000 aficionados alemanes que se desplazaron a Barcelona y que consiguieron en su gran mayoría su correspondiente entrada.