Los choques que pueden darse a la hora de compartir piso son innumerables. Rutinas de sueño antagónicas, repartos asimétricos de las tareas del hogar, peleas por el control del salón, desaparición de alimentos de la nevera, diferencias de criterio sobre la colocación del papel higiénico… Todo ello, sin embargo, parece cosa de niños cuando lo que se comparte es un grupo de música, donde las sensibilidades y aspiraciones artísticas de distintas personas deben ser armonizadas en un proyecto común. Algunas veces, un líder con dos manos izquierdas logra canalizar toda esa energía en una propuesta donde todos los miembros se sienten representados. Otras tantas, un poco de comunicación sirve de ayuda para rebajar los egos y reorientarse hacia un objetivo común: ahí está el documental Some Kind of Monster (2004, se puede ver en Netflix), donde Metallica acaba recurriendo a los servicios del entrenador personal Phil Towle (al que terminan despidiendo).
Sin embargo, en muchas ocasiones, un grupo de rock es el caldo de cultivo del totalitarismo. La democracia puede ser engorrosa para algunos músicos brillantes o convencidos de serlo, que sienten que el problema no es que sus compañeros no compartan su visión, sino que no la comprenden. Así, a estos líderes no les queda otra que tirar por la calle de en medio, echarlos a todos y esperar a que, en algún momento, entren nuevos instrumentistas que hagan menos preguntas y tengan menos propuestas. Esta selección agrupa bandas con un número insólito de cambios en su formación, algunos con peleas que llegaron mucho más allá de las manos y otros donde hasta el nombre sobrevivió contranatura a sus miembros. De ella se han excluido casos ambiguos como el de Santana, donde cuesta identificar cuántos de sus más de 70 colaboradores no son, simplemente, músicos de apoyo, al resultar indistinguibles grupo y proyecto en solitario del guitarrista que le da nombre.
Guns ‘N Roses: 33 miembros
33 son los músicos que han grabado disco o, al menos, tocado en las giras de la mundialmente famosa banda estadounidense de rock duro de los ochenta. De todos ellos, el vocalista Axl Rose es el único que ha permanecido a lo largo de los años, si bien el guitarrista Slash y el bajista Duff McKagan, ambos integrantes originales, volvieron en 2016. En sus dos décadas de ausencia, Guns N’ Roses tan solo publicó un álbum de estudio, Chinese Democracy (2008), incomparable expresión del cesarismo y la megalomanía de su líder, que se grabó (y regrabó) durante ocho años con doce miembros distintos —entre ellos, el misterioso guitarrista Buckethead, conocido por aparecer públicamente siempre con un cubo de KFC en la cabeza— y otros cinco músicos adicionales de estudio, según los créditos del disco. Como resultado, figura en varias listas como el álbum más caro de la historia (su grabación acabó costando 13 millones de dólares).
“Yo solo quiero tocar la guitarra, escribir un buen riff y salir fuera a tocar, no transmitir una imagen”, declaró Slash en 1997, año en el que McKagan también abandonó, según él, frustrado por el tiempo que la banda llevaba pensándose el simple hecho de sentarse a componer. Aunque, desde su reunión, Guns N’ Roses tampoco ha publicado ningún nuevo disco, el guitarrista ha sugerido que 2022 podría ser el año en que suceda. Anecdóticamente, durante unos meses de 2016, Axl Rose fue vocalista en la gira de otra banda que ha superado la veintena de integrantes: AC/DC.
Jethro Tull: 36 miembros
La banda lleva el nombre de un ingeniero agrónomo, pero bien podría llevar simplemente el de Ian Anderson, cantante y flautista que, en la actualidad, recurre a los mismos músicos para Jethro Tull que para sus discos y giras en solitario. Con un largo historial de movimientos entre sus filas, por las que ya han pasado 36 miembros, el último gran golpe llegó en 2011, cuando Anderson anunció que el grupo británico se disolvía para, más tarde, cambiar de opinión y reformarlo con gente nueva. Sin su aclamado guitarrista Martin Barre, que llevaba en Jethro Tull desde 1968, la banda publicó el pasado enero nuevo disco, The Zealot Gene. Uno de los guitarristas participantes en el recién estrenado álbum, Florian Opahle, también está ya fuera del grupo.
Mägo de Oz: 27 miembros
Txus di Fellatio, nombre artístico del batería Jesús Hernández, encabeza la representación española de esta lista como único miembro original de Mägo de Oz, banda que acumula un histórico de 27 miembros. Le sigue Carlos Prieto, alias “Mohamed”, el violinista, que aguanta desde 1992. El cantante con el que el grupo alcanzó la fama, José Andrëa, no entró hasta 1995, siete años después de su fundación. Suya fue la salida más sonada, en 2011, tras declarar que Mägo de Oz se había convertido en una empresa, afirmaciones a las que Fellatio respondió aseverando que Andrëa se había marchado por sus problemas con el alcohol. Sin él (al que acompañaron otros dos miembros para iniciar un nuevo proyecto), muy lejos del éxito de antaño, la banda volvió a grabar su canción más famosa, Fiesta pagana, y ha seguido manteniendo un ritmo creativo prolífico. En 2020, entre rumores de litigio por el nombre de Mägo de Oz, los dos guitarristas más longevos también se marcharon, mientras que en septiembre del pasado año, Andrëa superó una operación a vida o muerte por dos hernias graves en el estómago. Fellatio se solidarizó y animó al excantante a “olvidar el pasado y dar importancia a lo que realmente importa”.
Lynyrd Skynyrd: 36 miembros
El caso de la banda sureña, archiconocida por su himno Sweet Home Alabama, es bastante más particular, puesto que tres de sus miembros (el líder Ronnie Van Zandt, el guitarrista Steve Gaines y la corista Cassie Gaines), además del mánager, murieron en un accidente de avión en 1977. Aunque los supervivientes Allen Collins y Gary Rossington acordaron entonces dar Lynyrd Snynyrd por finalizado, diez años después, el grupo volvió a existir, con el hermano pequeño del cantante como nuevo vocalista. Indignadas por ver que aquello que empezó vendiéndose como un homenaje a la memoria de Lynyrd Skynyrd era, de facto, una reagrupación, las viudas de Ronnie Van Zandt y Steve Gaines denunciaron y obtuvieron una compensación económica. Rossington no solo es el único miembro original que continúa en activo en la banda, sino también el último superviviente.
Por el grupo han pasado, entre álbumes y giras, 36 músicos. Lo ético de su continuidad es solo una pequeñísima parte de las controversias que ha afrontado Lynyrd Skynyrd a lo largo de su historia, teniendo en cuenta las amplias acusaciones de racismo (por la letra de Sweet Home Alabama y por el uso de la bandera esclavista de los Estados Confederados de América como parte de su imagen) o los cargos de pederastia contra el exbatería Artimus Pyle.
Mayhem: 24 miembros
El ejemplo más turbio y extremo de este listado es el de la banda de black metal noruega Mayhem, a quienes muchos conocen solo por su convulsa historia, más que por sus méritos musicales. El cantante, que respondía al nombre artístico de Dead, se quitó la vida en 1991, después de haber reemplazado al anterior vocalista por, precisamente, sus reiterados intentos de suicidio. El cadáver fue encontrado por el guitarrista Euronymous, que aprovechó la escena para tomar fotos con el fin de utilizarlas en la portada de un nuevo álbum de la banda, así como arrancarle del cuerpo algunos huesos a modo de reliquia. En 2018, un trozo de la calavera de Dead fue puesto a la venta por 3.500 dólares. El bajista Necrobutcher, único miembro original que permanece en Mayhem, asegura que supo de la muerte de Dead porque Euronymous le llamó diciendo: “¡Dead ha hecho algo muy guay, se ha suicidado!”.
Recientemente, Necrobutcher admitió haber sopesado matar entonces a Euronymous por su actitud. Pero se le adelantó el también bajista Varg Vikernes, conocido por su adhesión al nazismo y encarcelado, además de por el asesinato en 1993 de Euronymous (en respuesta a un supuesto plan suyo para asesinarlo a él y grabar una snuff movie), por la quema de varias iglesias. 24 miembros después, Mayhem continúa en activo, aunque sin Vikernes. El nazi, asesino y terrorista convicto, que ya cumplió su pena de prisión, está al frente de otro proyecto musical, que compagina con una cuenta personal de Twitter donde se queja de la corrección política.
Whitesnake: 37 miembros
Detrás de un gran tirano, en ocasiones, también hay una dramática historia. El vocalista británico David Coverdale fundó Whitesnake como un proyecto en solitario para dar salida a las visiones artísticas que no había podido llevar a término durante su breve etapa como cantante de Deep Purple. Sin embargo, Whitesnake cobró entidad como grupo gracias a la sociedad entre Coverdale y el guitarrista John Sykes, con quien compondría clásicos del género como Is this love? o Crying in the Rain. Una enfermedad respiratoria mantuvo a Coverdale alejado de las grabaciones y los escenarios, tiempo donde, según él, Sykes conspiró para cambiar de cantante. El guitarrista, por su parte, aseguró que Coverdale estaba retrasando las nuevas grabaciones y el regreso de Whitesnake deliberadamente. La disputa se resolvió con la expulsión de Sykes en 1987. El hecho de que la banda, que se encuentra inmersa en su gira de despedida, ya roce la cuarentena de miembros totales (37), sugiere que la experiencia enseñó al líder a no confiar en nadie.
Iron Butterfly: 60 miembros
Con ningún nuevo disco de estudio publicado desde 1975, Iron Butterfly se acerca a los 60 años de existencia pareciéndose más a una especie de banda de rock dinástica que al grupo que una vez grabó In-A-Gadda-Da-Vida. Casi hereditariamente, miembros no originales de Iron Butterfly han ido conservando el proyecto y dándose el relevo hasta el punto de que, en la formación actual, el miembro más antiguo (Eric Burnett) solo pertenece al grupo desde 1995. Razonablemente, nadie parece tener la autoridad de disolver algo que es muy anterior a ellos, ni tampoco de grabar material nuevo, así que la banda ha continuado; al menos, de manera nominal. La muerte en 2021 de Ron Bushy, batería y único miembro clásico que estuvo participando puntualmente como invitado en actuaciones de los modernos Iron Butterfly, aprobando su continuidad y dándole a todo una pátina de sentido, parecía la señal más lógica para echar el cierre. Sin embargo, no ha habido ningún comunicado de disolución, algo quizá también debido al hecho de que ni siquiera cuentan con web oficial. A falta de saber si la familia crece, la banda lleva hasta ahora 60 miembros.
The Fall: 66 miembros
Una banda que no pudo sobrevivir a la muerte de su líder fue The Fall, donde el incombustible Mark E. Smith (fallecido en 2018) comandó un auténtico ejército de músicos: hasta 66, contándole a él. De ellos, se calcula que la tercera parte duró menos de un año. “Si soy yo con tu abuela a los bongos, entonces es The Fall”, declaró en una ocasión Smith cuando le preguntaron por los múltiples cambios de formación del grupo y el sentido que tenía mantener el nombre. Fundado en 1976, Smith llevaba siendo el único integrante original del proyecto ya desde 1979. Aunque nunca llenó estadios, The Fall fue una banda de culto tremendamente influyente para músicos de muy diversas épocas (Sonic Youth, Pavement, Pixies, Fat White Family, At the Drive-in…): asociada en un principio a la emergencia del punk británico, superó todas las modas y no sonó antigua en ninguno de sus más de 30 discos, en parte gracias a la política de renovación constante de su líder, que, en una entrevista a The Guardian, llegó a compararse con un entrenador de fútbol obligado a cambiar de vez en cuando de jugadores para que el equipo siguiera funcionando.
The Waterboys: 85 miembros
A veces presentada, en un ejercicio de honestidad, como Mike Scott & The Waterboys, la banda de folk rock escocesa probablemente ostente un récord mundial en cuanto a número de miembros históricos: 85 personas han tocado bajo su marca. Scott ha reconocido que no hay ninguna diferencia entre hablar de él y hablar de The Waterboys, aunque entre los actuales integrantes se encuentra asimismo su mandolinista y violinista de los ochenta, Steve Wickham, que no es miembro fundador por muy poco (entró en 1985, dos años después de formarse el grupo). El líder, no obstante, ha llegado a publicar también discos en solitario. Igualmente, se han formado grupos entre exmiembros, como es el caso de World Party, aunque, solo por motivos estadísticos, algo así parece de lo más normal. The Waterboys tiene previsto publicar disco nuevo este mismo 2022, con una gira internacional que incluye fechas en España en septiembre. La actual formación lleva la friolera de cinco años sin cambiar.
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