45 minutos de partido, pocos de juego

Se podía esperar, pero en directo fue más desquiciante. La Roma vino a Anoeta a no jugar y que no se jugara, y la función la realizó de 10 en la primera parte, permitida por un colegiado nada ‘europeo’. Jugadores en el suelo, protestas masivas a árbitro y cuarto árbitro por parte de jugadores y cuerpo técnico y, sobre todo, muy poco tiempo de juego. La Real tuvo fe y ganas, pero poca lucidez con balón, estrellándose una y otra vez ante un bien plantado 5-3-2 que esperaba cómodo las acometidas realistas por dentro. Faltaron apoyos por fuera, muchos, y subidas de los laterales que abrieran un poco el entramado defensivo romano. En general, movilidad ofensiva para encontrar espacios dentro y fuera y aprovechar la presencia de Silva y Merino, sobre todo. Se atrevieron desde lejos Merino, Brais y Rico, con poca contundencia. La Roma avisó tímidamente con un chut desviado que tocó en el palo, y con un gol al filo del descanso de Smalling que silenció Anoeta pero que fue anulado por mano. 0-0 y 45 minutos por delante.