La Real despedirá hoy el año 2020 sobre el terreno de juego. Algo que no puede sorprender a nadie si tenemos en cuenta que el de San
Mamés será el 49º partido oficial que disputará la escuadra txuri urdin en los doce últimos meses. Casi la mitad de los 100 que alcanzará hoy Imanol Alguacil como técnico blanquiazul.
Liga, Copa del Rey y Europa
League han visto competir a gran nivel a una Real que ha ganado 22 de los 48 partidos que ha disputado, ha empatado 14 y únicamente ha perdido 12, aunque los tres últimos, de forma consecutiva antes de jugar hoy en Bilbao, lo que acrecienta las urgencias de los realistas en el derbi.
Aunque como dijo ayer Garitano en el derbi se magnifica todo y una cuarta derrota seguida no haría sino agravar la crisis de resultados que vive la Real, el año que se despide hoy será inolvidable en lo futbolístico para el realzale de a pie. Porque fue el año en el que la Real retornó a Europa, tres años después. Pero, fundamentalmente, porque se volvió a clasificar a una final de Copa 32 años después.
Un inicio como un ciclón
La Real arrancó el año como un ciclón. Y, a las exhibiciones coperas de Isak en enero, se añadió la memorable cita en el Bernabéu, en febrero, en la que se logró el pase a las semifinales que concretarían el billete a la final en marzo ante el Mirandés. Esos tres primeros meses de 2020 fueron los últimos que se jugaron con público. Sin perder la cara a la Liga, la Real acumuló 11 victorias en 15 partidos oficiales lo que le permitieron llegar al confinamiento clasificada para la final de Copa y en puestos Champions.
Tras la reanudación del campeonato en junio con las dudas que generaron cinco derrotas y dos empates en los primeros ocho partidos post confinamiento, la Real terminó la Liga en clara progresión ascendente hasta lograr con el gol de Januzaj en el último minuto del campeonato el sexto puesto y el pase a la Europa
League en el Metropolitano.
La historia de los últimos cuatro meses del año es más conocida. Tras un arranque espectacular con nueve victorias en los 13 primeros partidos oficiales, la Real lleva ahora otros nueve sin ganar. Un período en el que su única alegría ha sido clasificarse para los dieciseisavos de final de la Europa
League en Nápoles. En esa tesitura llega a Bilbao donde una victoria, en el 49º partido del año, cambiaría de forma radical la perspectiva.
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