“No hay distancia” fue la histórica frase que pronunció Alexia Putellas en 2020 tras caer en semifinales de la Champions ante el Wolfsburgo aún siendo mejores las azulgrana y mereciendo más el pase que las alemanas. La revancha se sirvió fría, pasaron 605 días en los que el equipo culé creció, ganó un triplete y a la primera que se volvió a cruzar con el Wolfsburgo, este viernes, de nuevo en semifinales de Champions, vapuleó a las alemanas con un festival de fútbol, de superioridad y de goles. 5-1 para lograr de forma virtual el billete a la final de Turín del 30 de mayo, certificando el giro de 180 grados y que ahora sí que hay distancia, la enorme brecha que le sacó el Barça al Wolfsburgo.
El último precedente entre ambas dejó un duelo con muchas ocasiones erradas por el Barça y quién sabe las veces que esta semana han visto el encuentro repetido. Ya sea íntegro o por partes. Sabían bien lo que tenían que hacer y así se vio desde el primer minuto. Pases rápidos, movimientos constantes y no fallar, sobre todo no fallar. Entre las futbolistas se respiraba un ambiente de ‘hoy sí que no se nos escapa, hoy no nos ganan, se van a enterar’. Y vaya si lo hicieron. Antes de cumplirse el tercer minuto de partido ya iban por delante. Había avisado Alexia a pocos segundos del pitido inicial y Aitana a la siguiente que tuvo el Barça la enchufó. Acción más que inteligente de Rolfö sacando largo para dejar a la ’14’ azulgrana conduciendo sola ante Schult. Tres zancadas, cuerpo orientado y balón al fondo de las mallas. Se formaron dos piñas de jugadoras azulgrana que enseguida se fusionaron en una. Se miraban entre ellas. No se podían creer que habían derrocado la muralla alemana tan rápido. La primera parte de lo que se antojaba una larga eliminatoria de 180 minutos comenzaba de la mejor manera posible, pero es que siete minutos después llegaba el segundo. Caroline Graham Hansen firmó una auténtica obra de arte. Excelente recuperación de Crnogorcevic, carta con la que Giráldez sorprendió a Stroot de inicio, conducción de la noruega, recorte con la derecha y ejecución inmaculada con la zurda al palo largo para ampliar la ventaja. Que este Barça es imbatible lo sospechaba todo el mundo, pero que trataría a todo un Wolfsburgo como un equipo amateur no se lo podían imaginar ni las propias futbolistas azulgrana. El Wolfsburgo trató de despegar el rostro de la lona y pudo reducir distancias pero Paredes sacó casi sobre la línea un tiro de Huth que se metía dentro y Paños en el rechazo desvió a córner el tiro a bocajarro de la ‘10’ visitante.
Una de las esencias de este grupo es su insaciable hambre de triunfos, de títulos, de goles. Siempre quieren más. No miran el rival, el minuto ni la competición. Cuantos más goles, mejor. Pasada la media hora, tras una buena combinación entre Alexia y Marta, Jenni resolvió con clase y determinación para poner el tercero.
El Camp Nou era una fiesta y a saben que no hay fiesta sin reina. Estaba comandando al equipo, dirigiendo con su batita y su zurda privilegiada y única, pero Alexia quería su gol. La vio desmarcarse Patri llegando desde segunda línea y tiró un pase medido para dejarla sola de nuevo ante Schult. Tiró colocado pero el balón rozó el cuerpo de la meta germana y salió botando, cada vez más lento, camino a gol. Por si había alguna duda, Alexia siguió la jugada y fusiló a puerta vacía sobre la línea para agarrar con furia las redes y contagiar su rugido a la afición.
Muchos culés se frotaban los ojos para ver si era cierto que el resultado al descanso era de 4-0 al dos veces campeón de Europa. La colegiada portuguesa Bastos señaló el camino de los vestuarios y hasta las lesionadas –Cata, Jana, Bruna y Martens– saltaron a la boca del túnel para felicitar a sus compañeras por la exhibición.
Con el arranque del segundo acto pudo seguir la sangría local. Primero con un gol anulado a Crnogorcevic por un fuera de juego milimétrico y poco después con un remate de Marta que Schult despejó con el rostro.
Si al Barça se le descontó un tanto por fuera de juego, al Wolfsburgo no le ocurrió lo propio cuando Roord remató cruzado y superó a Paños. Comocon Crnogorcevic, la diferencia entre la legalidad o no era milimétrica, pero en este caso sí validaron el tanto y redujo distancias el equipo verde.
Mariona y Oshoala, las dos que reaparecían, pudieron ser protagonistas del quinto, pero el pase perfecto de la balear no lo aprovechó la nigeriana y remató al cuerpo sola ante la meta.
El 4-1 sabía a poco viendo la superioridad azulgrana y un penalti sobre Alexia que la propia capitana se encargó de transformar devolvió la renta de cuatro goles.
La guinda fue el anuncio por megafonía de que se había vuelto a batir el récord del mundo de asistencia a un partido de fútbol femenino. 91.648 espectadores acabaron gritando por todo lo alto en otra noche para la historia.
FC BARCELONA
51
VFL WOLFSBURGO
FC BARCELONA
Paños; Marta, Paredes, Mapi León, Rolfö; Aitana (Mariona, 80′), Patri, Alexia (Engen, 90′); Graham (Leila, 90′), Jenni (Oshoala, 73′) y Crnogorcevic (Pina, 73′)
VFL WOLFSBURGO
Schult; Wedemeyer, Hendricht, Janssen, Rauch; Lattwein, Roord (Blomqvist, 76′ (Knaak, 90′)); Jansdottir (Starke, 90′), Huth, Popp (Pajor, 61′); Wassmuth
Goles: 1-0, Aitana (3′); 2-0, Graham (10′); 3-0, Jenni (33′); 4-0, Alexia (38′); 4-1, Roord (73′); 5-1, Alexia (85′)
Espectadores: 91.648 en el Camp Nou
Árbitra: Sandra Bastos (Portugal). Amonestó a Pajor (64′)
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