1. Falta de veteranía
La falta que Óscar Rodríguez colocó en la escuadra fue el castigo a una Real debilitada por la escasez de su veteranía. La juventud que tanto enternece cuando el resultado acompaña jugó una mala pasada en Leganés. El codazo de Guevara a Carrillo en una zona peligrosa y con sólo unos segundos por delante fue la infracción que el canterano nunca debió cometer.
2. Tres minutos de resistencia
La Real consiguió marcharse al descanso con ventaja. El 0-1 podía ser un buen presagio, pero la resistencia que opusieron los de Imanol fue nula: duró sólo tres minutos. Omeruo empató en el 48 y el Leganés, que había salido en tromba, encontró pronto el camino de la victoria. La Real no existió en la segunda mitad.
3. El VAR no imparte justicia
Januzaj fue objeto de un claro penalti con 0-1, por lo que la Real pudo haber dispuesto de una manifiesta ocasión para redoblar su ventaja. El VAR no impartió justicia, su implantación no ha disipado la polémica en el fútbol. Melero López consultó la acción a través del pinganillo. Ni siquiera acudió al monitor a verla de nuevo.
4. Gol en el único disparo
Si las ocasiones de gol se cuentan por disparos a portería, la Real marcó en la única que tuvo. La ausencia de mordiente en Butarque fue letal en las aspiraciones a puntuar. Las oportunidades más nítidas al margen del tanto de Isak fueron un cabezazo forzado de Aritz y una jugada elaborada en la que Willian José no dejó rematar a Odegaard dentro del área.
5. Menos calidad en el ‘once’
Imanol cambió más de la mitad del ‘once’ respecto al anterior partido, también modificó el sistema hacia un 4-2-3-1, pero la Real pareció tener la misión de no renunciar a su plan de siempre. Sin la mayoría de las figuras, la merma en la calidad fue tan lógica como significativa, y el equipo lo acusó.
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