El sueño manresano se mantiene muy vivo. El BAXI sacó adelante la semifinal, un partido incómodo y sufrido, para acabar imponiendo su mejor calidad ante el MHP Riesen Ludwisburg alemán (55-63), y alcanzar la final de la FIBA Champions League.
Los manresanos se medirán por el título al Lenovo Tenerife, el otro equipo ACB presente en esta Final Four, este domingo (20:00 horas) en el Bilbao Arena.
El choque ante los alemanes resultó un auténtico test de dureza física y mental para el Manresa. Bien se puede decir que los germanos, un equipo incansable y de gran desgaste defensivo, logró imponer su estilo en una guerra de nervios y baja anotación pero los manresanos supieron adaptarse para aprovechar sus ventajas, especialmente en la segunda mitad. Yankuba Sima, con 15 puntos, y Chima Moneke, con 13, lideraron el triunfo.
Los nervios le jugaron una mala pasada de inicio al BAXI Manresa, algo superado por la presión de los alemanes y errático en el tiro. El Riesen capturó 8 de los primeros 9 rebotes y eso le ayudó a situarse mejor en el partido, si bien nunca logró ventajas considerables en la primera mitad.
Las acciones más efectivas de los manresanos fueron los mates de los pívots tras continuaciones o en ‘alley oops’. Entró sólo un único triple de los 9 intentados, de Thomasson, y esa mala serie desarmó un poco al equipo que más puntos anota en esta competición.
Aún y así, con buenos minutos de Moneke y esfuerzo atrás, los de Pedro Martínez se marcharon de cinco (15-20) antes de cerrar el primer cuarto con 17-20 a favor.
En el segundo, además, el Manresa tuvo problemas para contener a Justin Simon, el mejor jugador rival, que en 13 minutos acumulaba tantos puntos (14) como su media por encuentro. Con sus canastas el Ludwisburg se avanzó con una máxima renta de cinco (33-28). Y eso que los alemanes estaban fatal en tiros libres. El Manresa reaccionó antes del descanso, al que se llegaría con 35-35 y la sensación de que, el margen para mejorar era amplio y el resultado no era tan pésimo como habían sido las sensaciones de juego.
Una suspensión de Thomasson y una bandeja de Bako animaron la cosa para completar un parcial de 2-11 entre el final del segundo cuarto y el inicio del tercero (33-39) pero los alemanes reaccionaron trabando nuevamente el partido con su presión, energía y capacidad de rebote. Pedro Martínez intentó alguna sorpresa con una zona defensiva ocasional y el ataque se fue entonando con Sima y Maye más acertados. La renta manresana se elevó hasta el 44-52 sin que el Riesen se rindiera nunca (49-55 al final del tercer cuarto).
El último cuarto, con ambos equipos desgastados, fue un recital de errores ofensivos sin que las ventajas del Manresa bajaran de los cinco puntos. Cuando lo hicieron (55-60, min. 37), Thomasson anotó un triple providencial para asegurar el colchón. Los errores se sucedieron en uno y otro aro pero los últimos rebotes del BAXI dejaron todo listo para sentencia