La Real estuvo a la altura del sensacional subcampeonato que ha protagonizado en una despedida liguera espléndida. Un broche ideal, con estilo propio: goleando. Que fuera en Anoeta, donde el fútbol se ve mejor que en Zubieta, fue un valor agregado a un cierre de curso que vieron en directo 10.272 espectadores.
En una fiesta multitudinaria entran toda clase de invitados y cada cual escoge su forma de vivirla. Las jugadoras, principales rostros de la función, fueron las grandes promotoras de que el estadio disfrutara. Hubo ambiente, sobre todo procedente de la Grada Zabaleta, el gran impulso anímico de Anoeta. Durante muchos momentos también se escuchó el silencio, si es que se puede. El que se desprende de la expectación. La que ha generado esta generación. Si 10.000 personas son muchas, pocas o suficientes es difícil saberlo, con cuatro invitaciones por socio de por medio. Y teniendo en cuenta, además, que este prometedor recorrido no ha hecho más que empezar. Nerea Eizagirre, estandarte con mayúsculas del proyecto, se puso a hablar de todo lo que hay por delante nada más terminar el partido: “Queremos hacer una Champions bonita”.
La celebración fue sencilla, pero sentida: camisetas para la ocasión a cada futbolista y vuelta de honor al campo. Qué menos. Si a alguien se le hubiera ocurrido que por megafonía sonara el conmovedor himno de la Champions, tampoco habría estado mal. Para ir cogiendo el tono a cada nota, y encima en Anoeta, donde es posible que se jueguen los partidos europeos.
La brújula de la Real se dirige desde ya a la Champions. Con los deberes ligueros facturados en la carpeta, la espuela de la temporada fue de guante blanco. Un atracón al que sólo le faltó la tensión de las citas decisivas. El Alavés, salvado, no opuso ninguna resistencia y la calidad txuri urdin se impuso con la fuerza de un yunque. Vanegas, Gemma, Franssi, Amaiur y Eizagirre dos veces sellaron los seis goles. Un reparto plural, como quien se abre al mundo, igual que esta Real europea que se asoma a las estrellas. El único problema fue que Nuria Rábano se fue del campo en camilla, dolorida de la rodilla. El resto de la fiesta dejó el placentero sabor de haber redondeando con estilo una gesta grande.
Real: Lete (Santana, m. 70), Emma, Etxezarreta (Tejada, m. 55), Vanegas, Rábano (Izarne, m. 70), Maddi (Arnaiz, m. 55), Gemma, Gaby, Amaiur, Eizagirre, Franssi (Mirari, m. 65).
Alavés: Cornejo, Auñón, Ohale (Gastearena, m. 82), Majarín, Nevado, Clark, Miku (Carrillo, m. 45), Aznar (Mery, m. 77), Miren (Garazi, m. 45), Armengol, S. Adrián (Chamorro, m. 45).
Goles: 1-0: Vanegas (m. 8); 2-0: Gemma (m. 14); 3-0: Franssi (m. 48); 4-0: Eizagirre (m. 53); 5-0: Amaiur (m. 76); 5-1: Mery (m. 91); 6-1: Eizagirre (m. 93).
Incidencias: 10.727 espectadores en Anoeta.
Árbitra: Gil Soriano. No hubo amonestaciones.
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