Las manos son una de las zonas de la piel que más sufre con los cambios de temperatura. Especialmente en invierno, no es extraño que la piel de las manos se agriete, pierda elasticidad, firmeza, se seque o incluso aparezcan heridas. Por este motivo, en esta época del año es más importante todavía una rutina de cuidado específica para las manos, para que así puedan lucir perfectas todo el tiempo.
Aunque llevemos guantes, es inevitable que los cambios bruscos de temperatura tengan efecto en la piel de nuestras manos. Los primeros meses del año, desde enero hasta marzo son los más duros para la piel, a lo que se suma que, de un tiempo a esta parte, el uso constante de geles hidroalcohólicos o el lavado con productos que no siempre son especialmente hidratantes tiene efectos perjudiciales sobre la piel de las manos que, frente a las creencias populares, también es delicada.
Ante esta situación, hay una serie de rutinas y consejos básicos que podemos seguir para prevenir que el uso de determinados productos y la exposición a cambios bruscos de temperatura tenga un efecto demasiado nocivo sobre nuestra piel o, al menos, minimizar lo máximo posible cualquier daño.
Consejos para cuidar tus manos
Evita el agua caliente
Es cierto que con la bajada de las temperaturas todos preferimos recurrir a agua caliente cuando nos lavamos las manos, pero las altas temperaturas en contraste con el frío de la calle no es beneficioso para la piel, ni la del cuerpo ni la de las manos. Es preferible lavarse con agua templada o incluso fría, para retener la hidratación lo máximo posible.
Moderar el uso de geles hidroalcohólicos
Hay que intentar reducir este tipo de productos, que se han convertido en indispensables en nuestro día a día y recurrir a ellos en su justa medida. Si nos resultan absolutamente imprescindibles, lo mejor es aplicar una crema o loción hidratante inmediatamente después, para hidratar la piel y prevenir los daños de este tipo de cosméticos, que tienden a ser bastante agresivos. Recuerda que siempre que sea posible, es mejor lavarse con jabón que utilizar geles. Utilizar una crema hidratante a lo largo del día protegerá tus manos de los efectos de los productos agresivos y los cambios de temperatura y sobre todo, es importante hidratar antes de dormir. Una buena opción es la crema Goodbye Stress de Kneipp, que no solo hidrata, sino que tiene un refrescante aroma.
Protección
Es importante proteger al máximo las manos de los cambios de temperatura, especialmente con guantes, manoplas o similares.
Huye de químicos
Los productos químicos son los grandes enemigos de la piel. Si tu trabajo consiste en manipular este tipo de productos, como ocurre en la limpieza o la jardinería por ejemplo, intenta proteger tus manos con guantes para evitar daños.
Masajes
Calienta tus manos frotándolas entre sí con un pequeño masaje. Cuando sientas las manos frías, no dudes en frotarlas para calentarlas antes de aplicar la crema. Mejor si utilizas una que seque rápido, como la Soft in Seconds de Kneipp que gracias a su contenido en manteca de aguacate, aceite de jojoba y verbena, deja las manos suaves, hidratadas y tersas sin una sensación pegajosa.
Mascarillas
En casos de extrema sequedad, recurre a mascarillas nocturnas. Cuando comienzan a aparecer heridas y fisuras en los nudillos, es vital aportar una hidratación extra a las manos. Para ello, puedes aplicarte una mascarilla nocturna con la crema de manos Favourite Time de Kneipp. Aplícate una cantidad generosa de producto, cubre las manos con unos guantes de algodón y deja que la crema actúe toda la noche.