Ya lo tiene. Marc Gasol culminó la obra que levantó en 2014 con la creación del Bàsquet Girona, terminó de reescribir sus memorias de joven y abrió la página en la que se quedó el Akasvayu cuando desapareció en 2008: la ACB. La ilusión del proyecto idealista y romántico de Marc triunfó sobre la necesidad y la tradición de Estudiantes e indujo a Fontajau a una locura. También pasó por encima de la lesión del pívot, que inspiró a sus compañeros con 11 puntos y unos brutales 27 de valoración. De campeón de la NBA a ‘rookie’ de la LEB Oro, de la mastodóntica y glamourosa Los Ángeles a la pequeña pero coqueta Girona. Marc regresó a la ciudad en la que creció antes de hacer las Américas para seguir siendo feliz e hizo feliz a toda una ciudad.
Absorbido el acierto por la tensión, los puntos tardaron en caer en una sucesión de errores en las primeras jugadas, aunque cuando se puso en marcha el marcador el Girona se vio con un fugaz parcial de 2-9, asumiendo la dirección y la producción Maxi Fjellerup, con 7 puntos en el primer cuarto. Larsen no le quitaba ojo a Marc, que en una rápida acción de pintura encestada enseñó su buen estado, aunque no el máximo, suficiente para influir. Estudiantes, con un rápido movimiento de balón, igualó rápido, pero la segunda embestida del Girona llegó para quedarse y fue sin Gasol, al banquillo a falta de 2:30 para el final del primer cuarto. Claro que cuando pones a la pista otro tipo con la categoría de Albert Sàbat sobrellevar la ausencia del gigante de Sant Boi es más fácil. Dos penetraciones del también ex ACB consolidaron la primera brecha al final del primer cuarto (14-19).
El Girona sacó la manita a pasear desde el perímetro para soltar un buen bofetón al Estudiantes en el amanecer del segundo parcial con tres triples, dos de ellos de Vecvagars, mostrando los anfitriones, que no iban a temer a tirar de lejos si los de San Epifanio se lo permitían. Los de Sargatal disfrutaron de su máxima renta en el ecuador del segundo periodo (20-30) y nada más volver Marc, a la cancha Larsen, exponiendo el Estudiantes a las claras que el sueco -más corpulento que el otro hombre boya, Dos Anjos-, era parte indispensable del plan para reprimir al de Sant Boi. No fue nunca una inquietud para él Larsen, inferior bajo el aro, inocuo si acudía al perímetro, sin exigir desgaste a un Marc que podía quedarse viviendo tranquilo en la pintura.
Estudiantes – Bàsquet Girona, las mejores fotos
El Bàsquet Girona, con diferencia la mejor defensa de la categoría con Marc en cancha e incluso más sólida que la de Estudiantes -un rating defensivo de 89,4 con el catalán-, obligó a Estudiantes a pensar hasta la extenuación. La energía para rotar siempre forzaba a dar un pase más a los de Epifanio. Y, si es que Gasol tenía alguna limitación para defender, no la mostraba con una defensa intimidante sobre Larsen y el manejador en el pick and roll, asistido también por sus compañeros, colapsando y con el defensor del generador pasando los bloqueos. Sin embargo, Estudiantes aceptó el reto y lo que colectó entre algún rebote defensivo, algún tiro libre y un tiro imposible de Dee en el último segundo del primer tiempo le sirvió para irse intranquilo pero no angustiado al descanso (30-34).
El Girona se iba a la pausa reforzado, por delante en el marcador sin necesitar un Gasol diferencial. En su segunda aparición en el parqué, el de Sant Boi, sólo 2 puntos, economizó, y se limitó a actuar de bloqueador en el pick and roll y agilizar el juego en el perímetro con handoffs (mano a mano), aunque ya se sabe que Marc necesita nada para mangonearlo todo. No era sino un maquiavélico engaño del sibilino Gasol, que, como el presidente que pega broncas, aparece en el momento justo, cuando parece que el rival está demasiado suelto, para aleccionarle. Pintaba el inicio del tercer cuarto a un hermoso intercambio de canastas entre los dos campeones del mundo, Marc y Beirán. Pero el de Sant Boi le iba a prohibirle el paso estampándole un tapón.
Mantenida la renta entorno a los 10 puntos hasta la mitad del cuarto, el de Sant Boi pegó un volantazo hacia la ACB con un 2+1, la inauguración de un devastador parcial que condujo al Girona a su máxima ventaja (+14) a falta de 1:30 para el final del tercer periodo. Gasol ‘apenas’ sumaba 7 puntos pero prendió la mecha para el estallido para que fueran los demás los que se encargaran de producir, en especial Maxi Fjellerup, otro medallista mundialista -subcampeón con Argentina en 2019-, al que se le queda modesta la LEB Oro. Desbordado de confianza, y pese a sumar su tercera falta al inicio del periodo, fue un cuchillo en penetración, sin dejarse intimidar tampoco por Beirán, que perro viejo, le buscó en el poste bajo con su mayor estatura.
Pero, agarrándose también a la ausencia de Gasol, Estudiantes, sin desoír al eco de su historia y prestigio, iba a resurgir. Un parcial de 0-5 en el estreno del último cuarto, liderado por el orgullo y el talento de Beirán, iba a rebajar algo los decibelios de Fontajau. Gasol volvió y anotó, pero el Estudiantes se puso a 4 a falta de 5:18 (56-60), estrechando el cerco en el momento justo y enfilándose hasta el 58-60 a falta de 2:05 con su defensa de cambios. En unos minutos de pocos puntos, Fjellerup rasgó la racha de Estudiantes, obligando a San Epifanio a pedir tiempo muerto (58-62) con 2:05 por jugar. Un campo atrás y otra imponente intervención del presidente con dos puntos más pusieron el +6. El equipo colegial intentó responder pero Fontajau ya no se iba a callar. Un proyecto de ACB, con percha, la de Marc Gasol y sus diferentes trajes. Espera Girona que el de jugador siga entrando y saliendo del armario justo en el momento en el que hay que ponerse más elegante.
Ficha técnica
Movistar Estudiantes 60-66 B. Girona
60 – Movistar Estudiantes (14+16+17+13): Faggiano (11), Dee (8), Beirán (13), Durisic (4) y Larsen (4) -cinco inicial-; Martín (3), Sola (4), Dos Anjos (7), Urtasun (4) y Arroyo (2).
66 – Bàsquet Girona (19+15+24+8): Urtasun, Fjellerup (19), Franch (2), Jawara (9) y Gasol (11) -cinco inicial-; Vila (3), Sàbat (9), Vecvagars (13), Stürup y Sorolla.
Árbitros: García, Zafra y López.
Incidencias: Final por el ascenso a la Liga Endesa disputada en el pabellón de Fontajau ante unos 5.500 espectadores.