67-74: Un Barça de mínimos basta ante un luchador Estudiantes

A la vista de la clasificación, podía esperarse ver ayer al peor Estudiantes en años pero al final el que apareció fue el peor Barça de la temporada. El duelo entre líder y colista resultó mucho más competido y emocionante de lo que se podía prever y a los azulgrana les bastó un partido irregular y mediocre para poder llevarse la victoria y mantener así el liderato en solitario de la Liga
Endesa.

A pesar de no obtener recompensa y seguir hundido en la cola de la clasificación, el equipo colegial dio toda una lección de fe y compromiso, al competir con el Barça desde el minuto 1 hasta casi el final. Lo hizo en base a una mayor intensidad y energía, y a una defensa que puso en muchos problemas a los de Pesic. El caso es que los 74 puntos anotados por el equipo azulgrana son, de largo, la anotación más baja de la temporada en competición liguera y si al final resultó suficiente para ganar fue por la falta de continuidad en ataque madrileño, corto en recursos pero, por lo visto, confiado en remontar su delicada situación.

Al final, Mirotic (17), Hanga (14) y Higgins (12) fueron los tres pilares anotadores que necesitó el Barça para imponerse, con un parcial de 9-16 que decantó la balanza en los últimos cuatro minutos. El Estudiantes, de hecho, se pasó sin anotar desde el 58-58 del minuto 36 hasta los últimos segundos en los que intentó llevar al tiro libre al rival para parar el tiempo e intentó tiros desesperados.

El Barça lanzó 25 tiros libres más ante un rival que, sobre todo, no permitió ninguna bandeja fácil y con esa máxima se mantuvo hasta el final. Desde las cuatro faltas iniciales de Sow y Palacios trató de marcar una línea básica de dureza y con eso y mayor acierto en tiro exterior, gracias a Avramovic y Scrubb sobre todo, los chicos de Javier Zamora de las apañaron para mantener ventajas que alcanzaron los once puntos poco antes del descanso.

Víctor Arteaga resultó también un pilar fundamental en su defensa interior y a ello unió el Estudiantes una buena capacidad para luchar por el rebote hasta totalizar diez capturas.

Pesic se desesperó con algunas situaciones de falta de energía, si bien el desgaste del equipo tras una semana con doble jornada de Euroliga hacía comprensible que el equipo no llegara al máximo de capacidad. A ello hubo que unir problemas físicos, con lesiones sufridas por Delaney (en la cadera) y Hanga (tobillo) que obligaron a ambos a abandonar la cancha. El húngaro, eso sí, pudo regresar al final y fue clave.

Un triple suyo liberado –de los pocos– rompió el empate a 58 y encendió la chispa de la escapada del Barça. Luego llegó otro de Kuric en medio de constantes viajes de los azulgrana al tiro libre. Con eso el equipo de Pesic tuvo un cierto margen para no perder la calma y gestionar un final que apuntaba nuevamente a remontada y victoria.

Como suele decirse en estos casos, lo mejor para el Barça sólo fue el resultado.