La primera victoria del RETAbet Bilbao Basket tendrá que esperar. Iberostar Tenerife asaltó Miribilla poniendo en la cancha toda la intensidad que faltó desde la grada. Poco importó que viniera de jugar el lunes. No hubo cansancio que valga y se llevó el triunfo a las islas con el pico y la pala. Los hombres de negro encajaron su segunda derrota consecutiva. Tuvo tintes similares a lo acontecido en Gran Canaria, aunque la reacción final solo les dio para inquietar mínimamente a los de Vidorreta.
Todo empezó con un homenaje al triple. Con la dichosa distancia de seguridad, aplicada también al baloncesto. Las cuatro primeras canastas del Tenerife llegaron desde el 6,75 con un excelso Doornekamp. Firmó tres. Los visitantes, de hecho, tardaron casi ocho minutos en sumar una canasta de dos. Bilbao Basket, en menor medida, también se unió a la fiesta con los aciertos lejanos de Kulboka y Zyskowski. Aunque siempre yendo a remolque.
Balvin salió en el quinteto inicial, sin embargo Mumbrú le sacó pronto de circulación. El boquete se fue abriendo poco a poco. Huertas sigue dejando destellos de una tremenda calidad a sus 37 años. Toma dirección al aro y asistencia por la espalda para que machaque Shermadini. Entre el georgiano y Doornekamp hicieron 17 puntos en el primer cuarto (17-22).
El Bilbao Basket no se encontró nunca. Ni en posiciones interiores ni desde lejos. La tropa de Vidorreta disponía de tres marchas más, especialmente en defensa. No había ningún ataque cómodo de los hombres de negro, que se tiraron casi siete minutos sin anotar en el segundo parcial. Hicieron la primera canasta y luego el ocaso. Mientras tanto, el Tenerife aumentaba la brecha. Se marchó al descanso 13 arriba (25-38). Mucho tenían que remar los de Mumbrú.
No se arregló el panorama en el tercer cuarto. Ni con Balvin imponiendo sus centímetros en la pintura rival. El Bilbao Basket no aprovechaba las pocas segundas oportunidades que le dejaba su rival. El Iberostar tuvo un ligero bache, pero tampoco lograron acercarse los de Miribilla. Es más, el agujero se hizo más grande. De nuevo con una secuencia de triples. En este caso solo cayeron de un lado: Dani Díez, por partida doble, y Fitipaldo.
Brown contra el mundo en las penetraciones. Era lo único que surtía efecto en el bando vizcaíno. Pero no era suficiente para derrocar el fortín que tenía montado el Tenerife. Los visitantes llegaron a marcharse de 19 (32-51 y 34-53), aunque a los minutos finales se entró con un 41-56 poco esperanzador para los anfitriones.
Los canarios apretaron hasta el pitido final. Volvieron a poner los 19 puntos de margen en el electrónico (49-68) y entonces los de Mumbrú sacaron su mejor versión, comandados por un desatado Brown desde el triple. Hasta tres consecutivos convirtió para colocar el 64-72 y dar una ligera esperanza. Sin embargo, la reacción no fue a más y el Tenerife mantuvo las distancias en el intercambio de canastas para llevarse la victoria.
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