La elegancia y el estilo los puso el Barça en la visita del Armani Milan al Palau. Los azulgrana emergieron con una victoria sólida sobre los lombardos (74-56) en el partido más plácido que han tenido hasta ahora en Europa, sacándose la espina del revés sufrido en Kaunas la pasada semana.
El Barça sólo permitió 23 canastas de campo a los milaneses, dominó el rebote (40 a 30) y repartió la anotación para una noche que controló. Tobey (13) y Higgins (11) lideraron la anotación en un escenario general de poco acierto en triples (3 de 21), factor que apenas tuvo incidencia porque también los visitantes estuvieron desacertados de cara al aro con el tiro exterior. Brandon Davies (18) fue el único que se salvó en su retorno al Blaugrana después de recibir la lógica ovación inicial.
Todas las amenazas posibles de un reencuentro con ex se manifestaron en un arranque inquietante. Brandon Davies asumió la responsabilidad para anotar, casi sin fallo, 10 de los primeros 12 puntos de su equipo que, bajo la dirección de Pangos, mandó en el arranque con 2-8 y hasta el 8-12. Las faltas tempranas marcaron la rotación del Barça y la entrada de Nnaji por un despistado Sanli sirvió de revulsivo para frenar a ‘Rambo’ con un tapón que encendió el Palau.
El Barça se fue reencontrando, primero con canastas de Laprovittola y luego con fases de Kalinic y Tobey para llegar hasta el 21-21 del final del primer cuarto.
El segundo sería un monólogo de los azulgrana, practicando el mejor juego, quizá, de lo que va de temporada. Defensa asfixiante, reparto de responsabilidades y acierto en ataque, con Vesely aportando, una racha impresionante de Abrines o Tobey dominando en acciones cerca o más lejos de canasta. El resultado fue un parcial de 16-2 que elevó las rentas hasta una máxima de 43-29, coincidiendo con el descanso.
Con esas difrencias el tercer cuarto fue más de tanteo desde el inicio. El Barça no estuvo tan constante en su ritmo anotador pero su defensa y rebote siguió resultando fiable ante un rival negado de cara al aro. Las rentas se elevaron hasta los 21 (55-34 min 27) y el período se cerró con 61-41 poco antes de que Jasikevicius diera entrada a Da Silva y Paulí, los últimos en sumarse a la fiesta. Un mate del gerundense poco antes del final del período mantuvo altas las vibraciones de un Palau entregado con el equipo.
En el último cuarto las rentas subieron hasta los 23 tantos en un par de ocasiones (64-41, 72-49), con más jugadores unidos al festival y algunos ‘alley oops’ de escándalo.