El Fenerbahce igualó a uno la serie de cuartos de final de la Euroliga que le está midiendo contra el Olympiacos tras ganar a domicilio (78-82) en un partido em el que exhibió paciencia para no derretirse en los momentos de mayor complicación y solidez cuando se situó por delante.
Asomó el cuadro griego enseñando los dientes, dando sus jugadores mordiscos por turnos. Isaiah Canaan desde fuera y Thomas Walkup por dentro firmaron entre ambos el 10-1 de parcial inicial y los doce primeros puntos. Su testigo lo recogió Sasha Vezenkov, con seis más. De esta manera los 19 que llevaba el equipo en los nueve primeros minutos los habían anotado entre los tres. Redondearon la faena Shaquielle McKissic y Kostas Sloukas (24-10, min.10).
La inercia siguió en el arranque de segundo cuarto, pero en ese momento los visitantes empezaron a plantar batalla con un 2-10 favorable que acabó tornando en 11-24 gracias a la persistencia de cara al aro de Carsen Edwards y Johnathan Motley. Así, todo volvía a estar equilibrado al descanso (37-34, min.20).
El tercero de los cuartos se desarrolló en formato acordeón, con el Olympiacos alejándose con ventajas de 7 u 8 puntos que acto seguido se quedaban en dos. Ni siquiera logró el anfitrión sacar beneficio de los minutos en el asiento de Edwards, en barbecho tras su cuarta falta. Pese a ello, un lanzamiento kilométrico de Vezenkov al cierre mantuvo a los helenos cinco arriba (56-51, min.30).
La renta duró poco porque, a base de insistir, el Fenerbahce terminó por lograr el primer empate tras el 0-0 inicial en el amanecer del acto decisivo y poco después ponerse, al fin, por delante. Desnortado el líder de la fase inicial del torneo, tras el triunfo de la fe sobre la razón, continuó encajando golpes sin freno.
Despertó a los de El Pireo de su ensoñación una racha de ataques culminados con tres puntos. Tres libres de Vezenkov, un triple y un 2+1 de McKissic y otra serie semejante de Sloukas trazaron un 15-5 que convirtió el desenlace en indescifrable y lo puso en manos de los detalles.
Ambos respondieron sin miedo a la responsabilidad de acabar cada emboscada a tablero contrario con premio hasta que McKissic malogró dos libres y Vezenkov un triple, regalando además rebotes ofensivos y defensivos al oponente que terminaron por decantar la balanza. De esta manera todo queda abierto antes de viajar a Turquía.