“Miles de ciudadanos no han asimilado cuál es la dinámica de la pandemia por COVID-19”, destaca Excélsior.
“Frentes Políticos”, en Excélsior:
“Miles de ciudadanos no han asimilado cuál es la dinámica de la pandemia por COVID-19, no han hecho caso a los llamados de las diferentes autoridades, como el subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell, quien insiste todos los días a los mexicanos con su ya célebre: ¡Quédate en casa! Lo más paradójico es que, pese a que muchas personas ya conocen casos de muertes de personas cercanas como consecuencia del coronavirus, aún siguen saliendo a las calles. Es cierto, hay ciudadanos que salen porque siguen trabajando, pero hay otros que no tendrían que hacerlo. Al parecer aún no se entiende que entre más pronto termine la pandemia, más pronto regresaremos a nuestras actividades, si no como antes, al menos sin correr el riesgo de contraer el virus. Debemos mantener la calma y ya veremos que pronto saldremos adelante”.
“Templo Mayor”, en Reforma:
“La cifra es de miedo: ocho millones de personas se quedaron sin trabajo debido al coronavirus. Y lo que es de terror es que el presidente Andrés Manuel López Obrador no parece entender la relación entre la crisis económica y el desempleo. En su afán por ser el único salvador de la patria, el mandatario volvió a batear la petición del Consejo Coordinador Empresarial de un acuerdo nacional para la recuperación. Su respuesta fue reveladora de cómo piensa: si una empresa quiebra, la responsabilidad es del dueño. Y sí…pero no. Al presidente se le olvida que las empresas no solo son los grandes consocios de sus cuates a los que les da megacontratos sin licitar – nadie dijo Salinas Pliego –, sino que también son todos los pequeños y medianos negocios que dan empleo a la mayoría de los mexicanos”.
“La Feria” de Salvador Camarena, en El Financiero:
“No hay político al que le guste comerse sus palabras. Pero tampoco abundan en la clase política aquellos que puedan presumir que la realidad no les orilló a hacer exactamente lo que habían jurado evitar. Y está Andrés Manuel López Obrador, que parece amachado a no dejar de presionar hasta el fondo el pedal de sus promesas, aunque las circunstancias hayan cambiado dramáticamente. Ni uno solo de los planes de las caras obras de este gobierno se ha modificado por la pandemia y la subsecuente crisis económica. Ni uno solo de los criterios económicos ha variado. Pero, ¿a tal grado será su fijación con “cumplir su palabra”, en el más rígido sentido del término, que evitará subirse a aviones oficiales, retrasando con ello el retomar más pronto que tarde las giras de trabajo en la República?”.
“Trascendió”, en Milenio:
“El jefe de la Oficina de la Presidencia, Alfonso Romo, sostuvo una reunión con los mandatarios de San Luis Potosí, Aguascalientes, Guanajuato y Jalisco, así como representantes del gobierno de Querétaro, para revisar medidas de prevención y protocolos de salud frente a la pandemia de covid-19, con miras a la reapertura de la industria automotriz, tema en el que se trabaja de la mano con autoridades y empresas de Estados Unidos”.