El Joventut de Badalona venció este jueves en casa del Monbus Obradoiro (83-87) en un disputado partido que decantó para la escuadra visitante el buen desempeño en la cancha de dos de sus jugadores estrella, incorporados esta temporada: Pau Ribas y Ante Tomic. Ambos se combinaron para un total de 35 puntos y fueron los responsables de la remontada que los hombres de Carles Duran protagonizaron en el último tramo del encuentro ante un Obradoiro que encadena ya siete derrotas consecutivas.
El acierto en ambos equipos brilló por su ausencia durante un primer cuarto en el que se fallaron multitud de tiros liberados y en el que ambos contendientes cometieron varias pérdidas por errores a la hora de ejecutar pases sencillos.
La salida a cancha de jugadores de la segunda unidad como Ferran Bassas, Pau Ribas o Vladimir Brodziansky dio un impulso al Joventut en ataque y le permitió cerrar con una pequeña renta los diez minutos iniciales (17-21).
Precisamente Ribas fue el hombre más destacado de los visitantes en los primeros compases del segundo cuarto, ya que asistió con facilidad a Simon Birgander en situaciones de dos contra dos y anotó dos triples consecutivos para poner a su equipo ocho arriba (25-33).
El Obradoiro respondió al intento de la Penya de romper el partido y, aunque consiguió mantener viva la pelea por la victoria al descanso, no fue capaz de reducir la brecha ya abierta gracias al buen trabajo en defensa de los jugadores entrenados por Carles Duran (32-40).
La mejora en el rendimiento de Laurynas Birutis tras el descanso permitió al Obradoiro recortar distancias ante un Joventut que se sostenía en los puntos del exobradoirista Brodziansky, que completó un partido muy completo en ambos lados de la cancha.
El esfuerzo del club gallego dio sus frutos con una esforzada canasta de Mike Daum tras varios rebotes de ataque para igualar el partido a poco más de dos minutos del final del tercer cuarto (51-51).
Ante Tomic dio la réplica desde la pintura, aunque el acierto en el triple primero de Laurynas Beliauskas y luego de Jake Cohen hizo que el Obradoiro cerrase el parcial con una pequeña ventaja (59-56).
Para mantener la diferencia los locales se encomendaron a sus principales figuras ofensivas esta temporada, Birutis y Kassius
Robertson, que cumplieron con su responsabilidad, aunque la calidad de Tomic mantuvo cerca al Joventut (69-66), bien escoltado en esta ocasión por los puntos de Xavi López-Aróstegui.
A falta de tres minutos, la igualdad en el marcador era la tónica (79-76), aunque una falta en ataque cometida por Albert Ventura fue muy protestada por el banquillo visitante y los árbitros decidieron señalar pitar falta técnica de Carles Duran, concediendo un respiro a un Obradoiro que aprovechó la siguiente posesión para irse siete arriba con un triple de Robertson (83-76).
Un encendido Ventura contestó con otro triple para dar aire a su equipo (83-79) y, en el siguiente ataque catalán, Ribas volvió a anotar desde más allá de la línea de 6,75 para apretar todavía más el desenlace del encuentro con minuto y medio por jugarse (83-82).
El escolta catalán tomó las riendas del partido y, en la siguiente jugada, asistió en un bloqueo y continuación de manual para la canasta fácil de Ante Tomic que ponía a la Penya uno arriba (83-84) a falta de tan solo dos posesiones. El aro rechazó por centímetros la bandeja de Pepe Pozas en el ataque local, de modo que Joventut pudo cerrar su victoria con un último triple de Ventura (83-87), que castigó a un Obradoiro incapaz de hacer falta.
– Ficha técnica:
83 – Monbus Obradoiro (17+15+27+24): Muñoz (13), Birutis (13), Robertson (14), Cohen (12), Pozas (6), -quinteto inicial- Oliver (0), Beliauskas (10), García (0), Enoch (0), Daum (13), Czerapowicz (2).
87 – Club Joventut Badalona (21+19+15+32): Dimitrijevic (5), López-Aróstegui (9), Morgan (0), Ventura (8), Tomic (15), -quinteto inicial- Ribas (20), Brodziansky (13), Bassas (11), Zagars (0), Birgander (6), Parra (0).
Árbitros: Perea, Castillo, Alcaraz.
Incidencias: Partido correspondiente a la jornada 10 de la Liga Endesa 2020-21 disputado con retraso debido a un aplazamiento previo por los casos de covid-19 en el equipo visitante. El encuentro se jugó a puerta cerrada en el Multiusos Fontes do Sar por las restricciones sanitarias vigentes.
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