La selección española continúa con paso firme hacia la Copa del Mundo de 2023, en la que casi se ha asegurado ya su presencia gracias a su victoria de este viernes en Pésaro sobre Italia, su gran rival del Grupo L. El equipo de Sergio Scariolo dominó casi siempre a los ‘azzurri’ pero acabó necesitando una prórroga ante un rival que nunca se rindió pero que acabó claudicando ante los 28 puntos de Jaime Fernández y el partido total de Alberto Díaz.
España queda ahora como líder en solitario de su grupo con 6 victorias y 1 derrota, relegando a Italia a la segunda plaza (5-2). A los transalpinos les siguen de cerca Islandia y Georgia (4-3). Estos cuatro equipos se repartirán los tres billetes para la cita mundialista, ya que Ucrania (2-5) y Países Bajos (0-7) están ya fuera de al pelea. El equipo de Scariolo podría confirmar su presencia mundialista si logra superar este lunes a la débil selección holandesa en Huelva, donde jugará su segundo y último partido de esta ventana de noviembre.
La selección española presentó un equipo bien diferente al de su última aparición, la final del Eurobasket de septiembre, sin los NBA ni los jugadores de Euroliga. A pesar de ello, los de Scariolo empezaron dominando con autoridad, apoyados en su gran superioridad en el rebote. Seis puntos seguidos de Yusta nada más entrar en el encuentro pusieron una máxima ventaja de 10 puntos para España (9-19), que sí no pudo mantener la escapada y abrir más brecha fue por su nula puntería en el triple y por sus excesivas pérdidas de balón.
Italia logró asentarse en el encuentro, que a partir de entonces se movió casi siempre con diferencias de entre 4 y 8 puntos a favor de España. Una arreón de los locales les llevó a empatar a 32 antes de que los de Scariolo se retiraran al vestuario con una ligera ventaja (33-36).
España amagó con una nueva escapada cuando le empezó a entrar algún triple en el tercer cuarto (38-45, 43-50) pero las diferencias no permitían confianzas pues Italia siempre estaba a tiro de piedra. Así lo comprobaron los españoles en el arranque del último cuarto, cuando unos minutos de inspiración de Nico Mannion combinados con una fase de pocas ideas ofensivas hicieron pasar el 49-55 del final del tercer cuarto en un 62-58 en el minuto 36.
Fue Jaime Fernández el encargado de despertar el ataque español. Sus puntos devolvieron el mando a España, que pudo haber resuelto en el tiempo regular de no haber fallado algunos tiros libres y si entra la última jugada al poste bajo de Parra, que falló un gancho para ganar (70-70).
Italia pareció decantar el choque de su lado en el primer intercambio de golpes del tiempo extra (78-75) pero Fernández puso todo el acierto en el tiro que antes había faltado y Díaz continuó con su clínic defensivo para sellar un triunfo que deja a la selección española a las puertas del Mundial.