El Unicaja Málaga noqueó al Barça y le dejó fuera de la Copa ACB a las primeras de cambio, en un partido de cuartos de final trepidante en el que el conjunto malagueño se mereció el triunfo (87-89) por su coraje, su fe, su espíritu de equipo y su deseo. El combinado azulgrana controló el duelo en muchos momentos, pero cuando su oponente dio un paso adelante con un plus de sacrificio, de pasión y de coraje tuvo ciertas dudas, cometió errores y no supo estar a la altura. En definitiva, se puede decir que el equipo que dirige Ibon Navarro demostró que lo deseaba un poquito más y eso a la postre fue decisivo. El Unicaja, por lo tanto, se medirá en una de las semifinales al Real Madrid, que se deshizo con muchísimos apuros del Valencia Basket.
Este desenlace, sin embargo, no parecía probable a la vista de lo que había pasado a lo largo del encuentro. El Barça, como ya ha demostrado en otras ocasiones de esta temporada, es un equipo que puede destrozar a cualquiera cuando se juega a lo que él quiere. Su superioridad en el rebote durante muchas fases del duelo ante un oponente con falta de fortaleza en la posición de ‘cinco’ le dio muchos réditos. El conjunto andaluz se mantuvo entero hasta el 18-20 en gran medida gracias a un Dario Brizuela que ayer dio una lección de talento. La salida a pista de Cory Higgins para controlarle hizo que el Unicaja se secara y encajara un parcial de 16-1.
El Barça se puso en un +13 (34-21). Apretó, pero no ahogo. Y eso le costó muy caro. El Unicaja, a pesar de la poca producción de sus interiores, se mantuvo unido y fue recortando diferencias poco a poco. El ritmo comenzó a cambiar en el último cuarto, en el que el cuadro de Navarro planteó una defensa liderada una vez más, por Alberto Díaz, absolutamente descomunal por su intensidad y agresividad, sacando a los azulgrana de su juego habitual y de sus posiciones cómodas de tiro. A 27 segundos del final de los 40 minutos, Brizuela empató a 76 y Higgins tuvo un balón de ro para sellar el triunfo, pero su tiro, relativamente cómodo, a 5 segundos del final, no fue bueno.
En el tiempo extra, las dudas del Barça fueron bastante evidentes, tanto en defensa como en ataque, todo lo contrario que las ansias de victoria que evidenció el Unicaja, ya crecido y sin presión. A 33 segundos del final, Nico Laprovittola asumió la responsabilidad y metió un triple que empataba el encuentro (87-87) y Kendrick Perry colocó el 87-89 a 9 segundos de la conclusión. Al Barça le quedaba una última bala. Laprovittola recibió falta a 8 décimas de segundo para el final, pero el primero de sus tiros libres no fue bueno, el segundo lo tiró a fallar y el rebote fue para el Unicaja.
Quedó así sellado el triunfo de un Unicaja que se lo mereció, porque lo buscó, incluso en los momentos en los que todo lo tenía más cuesta arriba. El Barça, por su parte, tendrá que hacer una reflexión, en especial, aquella que concierne a su propensión a no rematar los encuentros y a perder rentas importantes cuando el oponente comienza a jugar en ‘modo máxima intensidad’. Le quedan dos títulos esta temporada para encontrar una buena respuesta.
FICHA TÉCNICA
Barça-Unicaja Málaga 87-89
87 – Barça (21+20+14+21+11): Satorasnky (11), Laprovittola (12), Kalinic (3), Mirotic (15), Vesely (7) -cinco inicial-, Sanli (4), Sergi Martínez (-), Abrines (8), Higgins (10), Tobey (6), Jokubaitis (7) y Nnaji (4).
89 – Unicaja (20+14+16+26+13): Perry (22), Carter (3), Barreiro (-), Kravish (10), Ejim (-) -cinco inicial-, Osetkowski (8), Kalinoski (12), Brizuela (27), Djedovic (-), Thomas (5) y Saint-Exupery (-).
Árbitros: Carlos Peruga, Fernando Calatrava, Jorge Martínez y Martín Caballero. Eliminaron con cinco faltas personales al visitante Díaz (min.45).
Incidencias: Segundo partido de los cuartos de final de la Copa del Rey disputado en el Palau Municipal d’Esports de Badalona ante 10.147 espectadores.