El Joventut de Badalona acabó con un gafe de ocho años en los que no lograba jugar la final de la Lliga Catalana y la alcanzó al superar al BAXI Manresa, vigente campeón, por 89-96 tras remontar 15 puntos de desventaja en la segunda mitad de la primera semifinal jugada este martes en Tarragona.
Kyle Guy, con 18 puntos, y Pau Ribas, con 16, fueron los estiletes de una Penya que ofreció muy pobre impresión en la primera mitad, perdiendo muchos balones, pero que supo recuperarse luego para dominar con rebote y defensa.
El Manresa se mostró más certero e intenso desde el inicio de partido, tomando el mando. Los del Bages anotaron tres triples en los primeros minutos y la Penya lo fió más a su juego interior, donde destacó Birgander. Los badaloneses fallaron sus seis primeros intentos de tres y, a pesar de eso, igualaron a 17 al final del primer cuarto.
Un parcial de 7-0 de los manresanos les volvió a dar el mando (24-17) antes de que Ribas anotara el primer triple de su equipo (24-20). Harding tomó el relevo del acertado Bortolani en el ataque del Manresa, más dinámico, valiente y arriesgado. El resultado fue una renta de 12 (42-30) a un minuto del descanso, al que se llegaría con 46-37.
El tercer cuarto fue clave. Parecía que el Manresa lograba escaparse de forma definitiva manteniendo el acierto con un gran Harding y Tyson Pérez activo (60-45) pero el Joventut reaccionó, esta vez con más intensidad defensiva y con Guy y Vives como revulsivos. Un parcial de 4-14 le dio a los verdinegros el mando para cerrar el cuarto con 69-70.
Andrés Feliz se unió a la fiesta y dotó a la Penya de más artillería en el último cuarto para lograr ventajas ligeras (81-86) pero que fueron definitivas. Un triple de Busquets y el control que tuvo Vives del ritmo dieron el impulso final para asegurar la victoria badalonesa.
Estadística final del partido