La Real estuvo a punto de derrotar en Valdebebas al Real Madrid con su versión más defensiva y más alejada de la brillantez que acostumbra. Fue un equipo en cierta parte desconocido, que recordó a aquel de Getafe en algunas cosas, pero que por las ausencias de jugadores de peso como Illarra y Merino y por la calidad del rival se vio verdaderamente sometido, con un tramo final en el que no dudó en desprenderse del balón como si este quemara. Fue la Real menos Real y aún en una de sus versiones más descafeinada acarició la victoria ante el Real Madrid. Por eso un empate que seguramente antes del partido muchos hubieran firmado y que al descanso unos cuantos más hubieran suscrito, terminó dejando un sabor agridulce por lo que pudo haber sido y no fue.
La primera parte de los de Imanol mostró a un equipo que ejecutó bien la presión alta, que replegó y se juntó cerca del área para desnudar las carencias del Madrid sin espacios. Sin embargo, los txuri urdin estuvieron lejos de defender bien porque concedieron demasiadas ocasiones, y algunas muy claras como el remate de Mariano al larguero.
El Real Madrid vivió con cierta comodidad porque defensivamente no se vio exigido por una Real que si no hizo daño fue porque le faltó finura, velocidad y precisión cuando recuperó el balón porque opciones tuvo. Había que afinar el piano.
La Real afina el piano
Y lo hizo tras el descanso, cuando pronto quedó patente que la Real era un equipo más dañino, más vertical y más preciso. Monreal avisó en un córner y poco después fue el asistente en el golazo de Portu, una jugada en la que la Real recuperó de golpe todas sus virtudes para elaborar el tanto de la esperanza.
Incluso pudo llegar un segundo en otra contra lanzada por Portu y que Isak no culminó con éxito por centímetros. Ahí la Real dejó de tocar el piano para pasarse a la percusión.
El Real Madrid remodeló su ataque, lo dotó de más vértigo e Imanol con sus cambios envió el mensaje inequívoco de que había que resistir. Entonces los minutos fueron pasando igual de lentos que pasan en el Bernabéu cuando vas con el marcador a favor. Y como en el Bernabéu, el Real Madrid encontró el gol. Afortunadamente sólo uno y la Real vuelve con un punto. Es verdad que pudieron ser los tres, pero 90 minuti siguen siendo molto longos, también en Valdebebas.
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