Los aficionados y técnicos de la Real ya pueden seguir con mucha calma lo que resta de Mundial porque ya no queda ningún representante. Esto quiere decir que el club ya no recaudará más dinero por sus escasos ‘embajadores’ en Qatar. Maty Ryan ya ‘regaló’ 87.000 euros a las arcas txuri urdin por su estancia en la cita planetaria y esa cifra se eleva a los 93.000 por el concurso de Take Kubo con Japón.
No, no ha sido un Mundial rentable para la Real, que, por lo menos, no debe lamentar tener que recibir a jugadores lesionados o tocados moralmente por lo sucedido en Qatar. Por cada día de Kubo -y también de Ryan– en el Mundial, activando el contador desde dos semanas antes del partido inaugural y parándolo el lunes, día de eliminación de Japón ante Croacia, a la Real le correspondían 3.200 euros. Es un tercio de lo que la FIFA concede a diario a los clubs por cada futbolista, pero es que se computan las tres últimas temporadas (la presente y las dos anteriores) y en sólo una de ellas militó Kubo en la escuadra guipuzcoana, la actual (Ryan, la pasada).
El propio Kubo tampoco se ha hecho de oro por su concurso en este Mundial. Se ha embolsado 71.000 euros de la Federación de Japón, 14.000 por cada una de las dos victorias y 43.000 más por pasar de la fase de grupos. Esa derrota en la tanda de penaltis le dejó sin los 57.000 euros de premio por acceder a octavos y, desde luego, sin el premio final de 350.000 euros si ganaban el Mundial.