Con un nueva tremenda actuación del griego Giannis Antetokounmpo, quien aportó 32 puntos y 17 rebotes, y de Grayson Allen, con 27 puntos, los Milwaukee Bucks ganaron por 95-119 a domicilio contra los Chicago Bulls y se hicieron con una ventaja de 1-3 en la serie de primera ronda del playoff, por lo que podrán sentenciar el duelo el próximo miércoles en el Fiserv Forum.
Dos días después de humillar a los Bulls (81-111), los Bucks volvieron a pasearse en el United Center y de nuevo con un Grayson Allen intratable, que sin Khris Middleton, lesionado, está dominando desde la línea de tres puntos (6 de 7 este domingo).
Antetokounmpo acabó su partido con 32 puntos, 17 rebotes, siete asistencias y dos taponazos; Allen metió 27 puntos, tuvo dos robos y capturó dos rebotes.
También brilló Jrue Holiday, con 26 puntos, cinco triples y siete asistencias, mientras que el español Serge Ibaka metió cuatro puntos y recogió dos rebotes en dos minutos y 47 segundos en la pista.
A los Bulls no les bastaron los 24 puntos de Zach LaVine, con cinco rebotes y trece asistencias, ni los 23 de Demar DeRozan, con cinco rebotes y tres asistencias.
Obligados a reaccionar tras la humillación sufrida dos días antes, los Bulls intentaron ser más agresivos, pero volvieron a toparse con unos Bucks decididos a rematar la serie y regresar a Milwaukee con más de medio billete para la segunda ronda en el bolsillo.
Los Bulls crearon buenos tiros, con buenas acciones ofensivas, pero una vez más les faltó acierto. La temporada regular y esta misma serie de playoff lo dejaron claro: para que tengan opciones de tutear a los Bucks, sus porcentajes deben estar por encima del 50 %.
Este domingo, los hombres de Billy Donovan tuvieron un 38 % (35 de 90).
Y de hecho, con un 18 de 43 en la primera mitad, los Bulls chocaron con unos Bucks en total confianza, que se hicieron con una tempranera ventaja de once puntos en el 12-23 gracias al primer triple de Grayson Allen que fue el preludio de un nuevo triunfo en el United Center.
Allen, que había hundido a los Bulls hace dos días, conectó sus cuatro primeros intentos desde el perímetro y llevaba ya 16 puntos al descanso, apoyado por los doce de Giannis y los once de Jrue Holiday y de Bobby Portis.
LaVine, con doce puntos, y Vucevic, con once, intentaron acercar a los Bulls y mantenerles en la pelea, pero a sus canastas respondía un Allen intratable, que abrió el camino, junto a Holiday, para el 41-56 que dejaba ya cuesta abajo el camino de los Bucks.
Una imagen al descanso representó el mejor ejemplo de la concentración con la que los Bucks llegaron a Chicago. Giannis Antetokounmpo y Brook López regresaron con cinco minutos de antelación a la pista durante el descanso para ensayar tiros y libres.
En los primeros minutos del tercer cuarto los Bucks aceleraron de forma definitiva, con un parcial de 0-7 y dos triples de Portis y Holiday para el 41-63.
Chicago tiró de orgullo y, guiado por dos triples de Donsunmu y DeRozan, consiguió recortar la desventaja hasta el 59-68, pero las ambiciones de remontada apenas duraron pocos minutos en el tercer período.
Antetokounmpo la cortó por completo con unas jugadas espectaculares, penetración de velocidad, potencia y técnica, para volver a poner 19 puntos de por medio en el 60-79.
Un triple de Allen con 0,2 por jugar en el tercer período, cuando los Bulls estaban a trece de distancia, subió el 74-90 al marcador y castigaba una vez a los Bulls.
Fue un golpe del que Chicago ya no se pudo levantar y, tal y como ocurrió hace dos días, los últimos minutos se convirtieron en poco más que un trámite para los Bucks.
Eso sí, no faltó una pelea final entre Zach LaVine y Bobby Portis, que se saldó con dos faltas técnicas.
Los Bucks lucían entonces 20 puntos de ventaja en el 95-115, en un United Center que se había casi completamente vaciado de aficionados.