96-92: El Barça casi se deja remontar por un disminuido Joventut


El Barça ha cumplido los pronósticos y ha superado al Joventut en el estreno de la Fase Final Excepcional de la Liga Endesa 2019-2020. Cien días después de su último partido, la competición española ha retomado la acción con uno de sus duelos a priori más atractivos. Las bajas del Joventut se lo han puesto bastante más fácil de lo habitual al equipo azulgrana durante buena parte del encuentro, pero el hundimiento defensivo les ha hecho llevarse un buen susto a los azulgrana, que han acabado ganando por un apurado 96-92.



El equipo de Pesic dominaba por 19 puntos (76-57) al inicio del último cuarto pero ha tenido que apretar los dientes en la recta final para amarrar el triunfo. La Penya ha llegado a rebajar su diferencia hasta los dos puntos (92-90 y 94-92), pero no ha podido ir más allá ante un rival que ha mostrado dos caras bien diferentes y que casi deja escapar un partido que tenía ganado.

Durante los tres primeros cuartos el Barça ha superado sin problemas a un rival que acusaba la ausencia de sus americanos Tony Wroten y Luke Harangody, que han rescindido sus contratos,y la baja de última hora por lesión de Klemen Prepelic, con una sobrecarga en un gemelo. Sin el esloveno, máximo anotador de la Liga Endesa (22,3 puntos de media), y sin otros dos de sus cinco máximos anotadores, al Joventut le faltaba pólvora y energía para discutirle la victoria a un Barça que había salido mucho más enchufado.

Mucho menos notaba el Barça las ausencias de Pau Ribas, de regreso a Barcelona al haber sido padre por primera vez, y de Thomas Heurtel, descarte sorpresa de Svetislav Pesic. El técnico serbio había colocado a Adam Hanga de base titular y el húngaro imprimió un fuerte ritmo tanto en defensa como en ataque que desequilibró el partido de buenas a primeras. Claver y Higgins completaban la muralla de un Barça que parecía infranqueable.

No habían pasado cinco minutos y el Barça ya mandaba por un espectacular 16-2. Apoyado en una fuerte defensa, que cerraba todos los caminos de los verdinegros hacia el aro, el equipo azulgrana podía correr y encontrar posiciones cómodas de tiro. Los de Pesic han anotado sus seis primeros lanzamientos para abrir una diferencia que parecía definitiva cuando quedaba un mundo para el final

Los cambios, sin embargo, no le han sentado bien al Barça. Con Bolmaro menos efectivo que Hanga y Davies cargándose con tres faltas casi seguidas, dos en ataque, el equipo azulgrana ha vivido una pequeña pájara que ha facilitado la reacción de una Penya que, de manera sorprendente, ha igualado el marcador (21-21) tras las primeras jugadas del segundo cuarto.

Pero a la que el Barça ha vuelto a ajustar su línea defensiva y ha vuelto a correr, el partido se ha roto de nuevo. Pustovyi y Oriola han impuesto su ley bajo los aros para dar aire al Barça (34-24), que ha disparado su ventaja hasta los 18 puntos (44-26) antes de llegar 44-30 al descanso.

En la segunda mitad el partido parecía encaminarse hacia un final plácido, con Carles Duran dando muchos minutos a sus jugadores menos habituales, hasta el punto de que en algunos momentos han coincidido en pista cuatro jóvenes como Dimitrijevic, Busquets, Parra y Parrado, ninguno de más de 22 años. A pesar de las rotaciones de Pesic, el Barça mantenía siempre su ventaja por encima de los diez puntos y casi siempre por encima de los quince.

Pero el equipo azulgrana no había agotado su cupo de despistes del día. Su segunda gran pájara ha llegado en el último cuarto En sus dos primeros minutos un parcial de 0-12 ha convertido la máxima diferencia del partido (76-67) en un 76-69 inquietante para un Barça que hacía mucho que no veía a su rival tan cerca.

El Barça ha logrado algunas canastas que debían darle tranquilidad pero su defensa se había descompuesto totalmente. Los azulgrana, que han encajado 35 puntos en el último cuarto (62 en la segunda mitad), han visto como un ‘dos más uno’ de López-Arostegui ponía en peligro su victoria (92-90) cuando restaban aún 28 segundos para el final. Un mate de Abrines tras romper el Barça la presión defensiva verdinegra ha permitido a los de Pesic respirar tranquilos. El susto había sido de los grandes.


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