97-86: El AS Mónaco gana al Maccabi y se clasifica para su primera Final Four

97-86: El AS Mónaco gana al Maccabi y se clasifica para su primera Final Four

El Mónaco logró el pase a la fase final de la Euroliga de baloncesto por primera vez en la historia al imponerse en su feudo al Maccabi de Tel Aviv (97-86) en el quinto partido de la serie de cuartos de final que ha enfrentado a los dos conjuntos.

Desde el pitido inicial ninguno se guardó nada, tanto que en menos de dos minutos ya se habían repartido 18 puntos y llevaban 35 al llegar al ecuador del primer acto. Un ritmo endiablado para disfrute de los aficionados y desgaste de quienes estaban en la pista.

Solo pudo aguantarlo todo el rato conjunto visitante, obteniendo como premio siete de renta gracias a dos triples postreros de Lorenzo Brown y John DiBartolomeo.

Sin embargo el Mónaco repostó con gran efectividad en el primer parón y decidió darle el volante a su piloto de referencia, Mike James. El resultado fue un parcial de 15-0 con nueve puntos del estadounidense, que a esas alturas, minuto 14, ya llevaba un total de 19.

Cortó el frenesí Lorenzo Brown como telonero desde el perímetro en un festival de triples que incluyó en el cartel a Bonzie Colson, Wade Baldwin y Darrun Hilliard para un 4-14 que volvió a situar a los israelíes por delante.

Ahí se apagaron los fuegos artificiales y el anfitrión, solvente, se hizo dueño del choque hasta el descanso para marcharse a los vestuarios cuatro arriba (53-49, min.20).

La diferencia la dobló en el retorno al parqué, pero de nuevo fue acribillado desde la distancia. Un estratosférico Baldwin (35 de valoración) como alfa y omega de la balacera, Jarrell Martin, DiBartolomeo y Hilliard se sucedieron para distribuirse los primeros quince puntos a base de tiros de tres. Después, intercambio hasta la media hora con ligera diferencia a favor del Mónaco (72-70).

Así las cosas unos y otros se jugaban el pase al Olimpo que solo visitan cada año cuatro elegidos en diez minutos, como colofón a una temporada de gran exigencia. Y los de casa con Mike James tocado, obligado a sentarse durante un breve periodo y sin poder ayudar a sus compañeros.

En su ausencia asumió los galones Jordan Loyd, secundado por una defensa férrea que tuvo su obra cumbre en un tapón colosal de Chima Moneke a Brown, candidato seguro a uno de los mejores del curso. Fueron los cimientos sobre los que levantar el triunfo definitivo, cerrado con paciencia y buena mano para administrar las rentas ante un Maccabi desnortado e inofensivo en el desenlace.




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