Hasta hace bien poco parecía destinado incluso a cambiar de aires, dada su escasa presencia en los esquemas de Gaizka Garitan
o. Sin embargo,la luz empezó a clarear a partir de diciembre y enero se ha convertido en el mes de su reivindicación. Asier Villalibre ha dejado de ser una especie de desconocido para algunos aficionados y comienza a reclamar la atención de los incrédulos, que también los ha habido, e ilusionar a la masa social del Athletic.
Tampoco se trata de lanzar las campanas al vuelo de una manera desmesurada, pero está claro que en el delantero de Gernika ya se aprecian cualidades suficientes como para que empiece a descollar y hasta salirse. En Cornellà estuvo a un nivel sobresaliente, ya no solo por el gol en la jugada de estrategia sino también por el hecho de pelearse con todo el mundo haciendo de su cuerpo un aliado perfecto.
Los 84 minutos que jugó fueron una continuación a los 20 minutos de los que dispuso en el Sánchez Pizjuán y los 24 frente al Celta en San Mamés. Ha sido por tanto un refuerzo anímico para Villalibre, que en la competición del KO ha adquirido un mayor protagonismo, con ribetes de salvador.
Destaca en Las Llanas
En Las Llanas demostró que es un delantero en el que se puede confiar anotando un par de dianas de categoría que pudieron ser más y en Tenerife demostró ser de otra pasta en el lanzamiento de los penaltis: firmó el último, el que a la postre resultó determinante. Lo hizo con la tranquilidad del que parece estar curtido en mil batallas. En Elche hizo otro tanto, con serenidad, certificando la calidad que atesora en esta suerte del fútbol, como ya manifestó Garitano.
Sus dos goles coperos en el tiempo reglamentario más el par marcado en la tanda de penaltis frente a Elche y Tenerife ha sido el bagaje del búfalo en un mes de enero que de cuesta no ha tenido nada, sino de reivindicación. Por contra, el mes ha significado una menor participación de Kodro.
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