La Real y el Eibar viven realidades diferentes. Algo obvio cuando hablamos de la capital de la provincia, que supera los 170.000 habitantes y de una localidad cuyo último censo cifra en poco más de 27.000 los empadronados en la localidad armera. Hay cifras que evidencian las diferencias existentes entre ambos clubs, como que todos los ciudadanos de la villa armera cabrían en Anoeta y sobrarían 12.000 asientos o que todos los abonados de la entidad azulgrana no llenarían uno de los fondos del nuevo campo donostiarra.
No obstante, en los últimos tiempos la relación entre ambos clubs ha cambiado radicalmente. El Eibar se ha asentado en Primera División -afronta su sexta campaña en la elite- y, si bien entre las dos directivas reina la cordialidad, es evidente que ambos tratan de hacerse fuertes en su espacio. De ahí que a día de hoy resulte imposible que exista un convenio de colaboración como el que existía cuando el conjunto armero no militaba en la elite o que el club armero trate de hacerse fuerte en la captación de futbolistas en su zona, que hasta hace bien poco, como demuestra el caso de Oyarzabal, era caladero exclusivo de la Real.
Si bien las diferencias económicas y sociales siguen siendo notorias, bien es cierto que, desde que en 2014 debutara en Primera División, se ha estrechado de forma notable la brecha existente entre ambos clubs. El reparto de los derechos de televisión ha provocado que el Eibar pueda manejarse también en unos presupuestos y unos límites salariales importantes y competir de tú a tú en Primera División ante equipos como la Real.
El presupuesto del Eibar: de un tercio a la mitad del de la Real
El Eibar hizo su debut en Primera División en la 14/15 con un presupuesto de 15,8 millones de euros. Por aquel entonces era menos de un tercio que el que aprobó la Junta de la Real (51 millones). Hoy en día, los gastos del Eibar ya representan la mitad que los del conjunto txuri urdin (52,9 y 104). Teniendo en cuenta siempre los últimos presupuestos aprobados por ambos clubs.
Dos campos de Primera para Gipuzkoa
El campo de Ipurua ha crecido y ha mejorado mucho respecto a 2014. El club armero ha modernizado la instalación y ha elevado su aforo de 5.250 espectadores a 7.083. Claro que Anoeta ha crecido en la misma medida, de 32.076 a 39.500. Son dos instalaciones modernas y de primer nivel para sus ciudades que sitúan a Gipuzkoa con dos campos de Primera División en apenas 50 kilómetros.
El juvenil azulgrana de División de Honor, por delante del realista
La cantera del Eibar también está creciendo. Llegó a eliminar su filial, pero ahora dispone de uno en Tercera -el Vitoria- y el Eibar Urko en División de Honor Regional. Una buena prueba de que en ese aspecto también se va acercando a la Real es que su juvenil de División de Honor (3º) está por encima del txuri urdin (4º). En la 14/15, la Real ganó la Liga y el conjunto armero fue séptimo.
El club armero ya tiene su ‘Zubieta’ particular en marcha
Con el paso de los años y gracias a los ingresos que está percibiendo en Primera División, el Eibar está creando una infraestructura a la altura de la categoría. Su gran apuesta es la Ciudad Deportiva de Areitio, en la que construirá un lugar de entrenamiento para sus equipos con tres campos de fútbol que podrían ampliarse a cinco. Zubieta también ha avanzado muchísimo desde 2014.
14 puntos de diferencia en la 14/15; sólo tres en la 18/19
En su debut en Primera División, el Eibar finalizó tercero por la cola, pero se salvó de descender en los despachos tras el descenso administrativo del Elche. En aquella 14/15 fueron 14 puntos los que le separaron de la Real. Esa distancia clasificatoria ha menguado mucho: 5 en la 15/16, 10 en la 16/17 y tres en el pasado curso. En la 17/18 fue el Eibar el mejor guipuzcoano, con dos puntos más que la Real.
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