El experto en seguridad, Edgardo Buscaglia, considera imprescindible que México legisle y construya instituciones para el combate al terrorismo, de lo contrario habrá más “culiacanazos” y asesinatos de políticos.
México debe designar a los cárteles de la droga como entidades terroristas y crear grupos de tarea interinstitucionales para combatir este delito, tal y como han hecho 72 países alrededor del mundo, propuso el investigador de la Universidad de Columbia, Edgardo Buscaglia.
Las reformas judiciales y la creación de instituciones nacionales para el combate al terrorismo serían totalmente independientes a las acciones propuestas por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que incluyen el sancionar a los cárteles de la misma manera que a las organizaciones terroristas.
En entrevista para Aristegui en Vivo, Buscaglia explicó que un acto de terrorismo ocurre cuando una agrupación criminal comienza a aplicar violencia contra el Estado o contra la población civil, con el fin de forzar a un Estado a hacer algo.
“El culiacanazo del 17 de octubre es un acto de terrorismo de libro de texto, en el Código Penal, ya que tienes a un grupo criminal disparando a la población civil para que liberen a uno de sus capos”.
Para Buscaglia, contar con instancias propias de combate al terrorismo podría contribuir a reducir la actual dependencia del gobierno mexicano a agencias estadounidenses como la Agencia Antidrogas (DEA) y la Agencia Central de Inteligencia (CIA).
“México tiene que ‘mexicanizar’ la lucha contra estas leyes criminales que han tomado la vida política y social de México”, sostuvo el experto en seguridad, quien considera que el gobierno de nuestro país tiene que proteger la vida de sus propios ciudadanos, a través de instrumentos jurídicos que no dependan de Estados Unidos.
“El mejor regalo que le puedes dar a la delincuencia organizada es no tener instituciones como las que tiene Francia, Italia, Alemania o Canadá, con los cuales desmantela a estos grupos de asesinos, políticos y empresarios que han estado lucrando con la sangre de los mexicanos”.
El investigador explicó que México, como país soberano, ha firmado distintos tratados y convenciones internacionales para el combate al terrorismo, por lo que está obligado a imputar una causa por terrorismo a los grupos criminales que cometan estos actos.
“México también tiene una ley que define los actos de terrorismo, entonces no es ninguna imposición de afuera. En estos casos se aplica un tipo penal que es mucho más grave que el de delincuencia organizada”.
Sin embargo, el gobierno de México no ha institucionalizado estos marcos jurídicos, en parte, por el vínculo entre políticos corruptos y células de los cárteles de la droga.
“Los políticos mexicanos tienen terror a que estas instituciones se establezcan porque les descubrirían los vínculos con el dinero sucio y sus mansiones en Champs Elysées, en París”, por este motivo le resulta comprensible que los políticos mexicanos reaccionen como Marcelo Ebrard, quien declaró en su cuenta de Twitter que “México no admitirá nunca acción alguna que signifique violación a su soberanía nacional”.
Buscaglia explicó que los gobiernos de otros países han aplicado medidas similares, respetando su soberanía. Tal es el caso de Italia, que elevó a grado de terrorismo los bombazos y asesinatos de jueces, orquestados por la mafia.
Citó también el caso de Colombia, donde calificaron los secuestros y masacres contra poblaciones civiles, cometidas por grupos paramilitares , como actos de terrorismo. Mencionó el ejemplo de Brasil, cuando Lula da Silva utilizó el marco legal y las instituciones brasileñas de combate al terrorismo para actuar contra las células de Hezbollah que operaban en su territorio.
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