Con la confianza del abrumador mandato de las urnas del que surgió esta administración, México ha adquirido un renovado liderazgo en el ámbito internacional. La agenda de asuntos que el presidente López Obrador ha establecido como los más urgentes son también los retos más relevantes compartidos con el mundo: la erradicación de la pobreza, el freno a la corrupción y la defensa de los derechos humanos. El principio de la Agenda 2030 de la ONU de “no dejar a nadie atrás”, y el lema del movimiento en el Gobierno de México “por el bien de todos primero los pobres”, comparten un mismo espíritu. Por este motivo hemos apostado por el multilateralismo como el camino hacia los consensos, internos y externos, en los que se ancla nuestra transformación.
México ha dado pasos firmes en el fortalecimiento de nuestro papel internacional que habrían sido difícilmente realizables incluso hace muy poco. En uno de los problemas más apremiantes como lo es el combate a la inseguridad, México firmó un Convenio de Colaboración con la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos Michelle Bachelet. Este acuerdo establece el apoyo de esta oficina para la capacitación en materia de derechos humanos para la Guardia Nacional. La expresidenta de Chile también firmó un acuerdo con la Scretaría de Relaciones Exteriores (SRE) para avanzar la investigación de la tragedia de Ayotzinapa, una de las heridas más profundas del México moderno.
En materia de seguridad, hemos realizado un gran esfuerzo para visibilizar el daño irreparable, en términos de vidas humanas, que el tráfico de armas representa para nuestro país. México encabezará la Convención Interamericana contra el Tráfico Ilícito de Armas (CIFTA) como presidente pro tempore del instrumento de la OEA. Además, en asociación con el Programa Global de Armas de Fuego de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC), México fue sede de dos seminarios regionales con países de las Américas. Estos dos casos ejemplifican nuestra estrategia para fortalecer la cooperación contra el tráfico ilícito de armas y promover la instrumentación del Protocolo contra el Tráfico de Armas de la Convención de Naciones Unidas contra la Delincuencia Organizada Transnacional.
Desde el enfoque de la cooperación, México desarrolló junto con la CEPAL el Plan de Desarrollo Integral Guatemala – El Salvador – Honduras – México. Se trata, por un lado, de una ambiciosa apuesta de cooperación con los países del norte de América Central. Por el otro, es un nuevo paradigma para gestionar el fenómeno migratorio a partir de la atención a las causas estructurales de la migración para que esta sea una opción y no una necesidad. El PDI cuenta ya con el respaldo de 18 agencias de la ONU y de 35 países así como 100 millones de dólares que México ha destinado para la región.
El combate al cambio climático es una prioridad para la Cancillería y una convicción personal. Nuestra administración ha hecho suyos los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU y los compromisos asumidos en el Acuerdo de París. Hemos aprovechado la agenda urbana internacional para las metas de la reducción de emisiones a partir de la planeación de las ciudades. Por otra parte, México detenta la Presidencia de la Asamblea Mundial Urbana de ONU-Habitat. Además, forma parte de la Coalición de Infraestructura, Ciudades y Acción Local que tiene como prioridad una planeación urbana sostenible. De la mano de ONU-Habitat, la UNOPS y la UNESCO, la Secretaría de Relaciones Exteriores ha acercado apoyo técnico a las agencias implementadoras para la protección del medio ambiente y el patrimonio cultural en la construcción del Tren Maya y del Corredor Transístmico, dos de los proyectos prioritarios de la actual administración que buscan particularmente el desarrollo del sureste del país.
De manera adicional a la reducción de emisiones, México ha enfocado sus esfuerzos de combate al cambio climático en la agenda de adaptación. Buscamos aminorar los efectos que el aumento en la temperatura planetaria tiene, con particular interés en la protección de las poblaciones más vulnerables. En un tema vinculado a la adaptación al cambio climático, México forma parte del Panel de Alto Nivel para una Economía Oceánica Sostenible que tiene el propósito de establecer políticas de adaptación, conservación y aprovechamiento sostenible de las industrias pesqueras y energéticas del mar.
A un año de Gobierno, el significado profundo de la frase “la mejor política exterior es la interior” con la que el Presidente Andrés Manuel López Obrador ha descrito su política exterior es evidente: desde una vigorosa participación en mecanismos y foros multilaterales, la Cancillería mexicana, encabezada por el canciller Marcelo Ebrard, busca nutrir los principales proyectos domésticos con el conocimiento y los estándares internacionales de vanguardia, al tiempo que reafirma su compromiso con el rumbo que tome la comunidad de las naciones en los retos globales. La arquitectura internacional que parte de reglas comunes, edificada durante el siglo XX, actualmente sufre muy importantes retos que la comprometen sustantivamente. Sin embargo, el compromiso de México, de un gobierno democrático y progresista, es un dique inequívoco en favor del multilateralismo y la cooperación internacional.
Martha Delgado Peralta es subsecretaria de Asuntos Multilaterales y Derechos Humanos de la Secretaría de Relaciones Exteriores de México.
Source link