Donostia fue ayer por la tarde la capital del fútbol vasco, que sacó a relucir todo su músculo. Las múltiples especies de peces que cohabitan en el Aquarium del Muelle absorbieron cercanía por los cuatro costados. Los cinco entrenadores de los equipos vascos que militan en Primera se comportaron tal y como son, sin adornos ni gestos de cara a la galería y, alguno más que suelto que otro, estuvieron precisamente como peces en el agua. Felices en su hábitat.
Jagoba
Arrasate (Osasuna), Gaizka
Garitano (Athletic), José
Luis
Mendilibar (Eibar) y Asier
Garitano (Alavés) esperaron a que el anfitrión de la Real Sociedad, Imanol
Alguacil, hiciera acto de presencia en último lugar. Ya estaba todos los que eran. Saludos, afecto, abrazos, carantoñas y un ambiente de categoría. Complicidad a raudales entre el 25% de los banquillos de Primera. Se decantaron por el mejor sistema.
Los cinco euskaldunes aceptaron de buen grado la invitación lanzada por el Comité Guipuzcoano de Entrenadores. La mesa redonda, como no podía ser de otra manera, fue moderada por dos técnicos: Mikel
Etxarri y José
Ignacio
Eleizegi. El presidente del Comité, Javier
Vallejo, acertó al definir a los ponentes como un “elenco en la élite”.
El salón de actos del Aquarium presentó un lleno absoluto de entrenadores que vieron de cerca las impresiones, desenfadadas y paralelas a la tormentosa rutina, de los protagonistas. “Hasta que no te echan de un equipo no eres entrenador, así que igual hay alguno por aquí que todavía no lo es”, ironizó el mayor humorista del quinteto, José
Luis
Mendilibar.
Imanol, el más tímido
Los cinco coincidieron en que entrenar era una “inquietud” que sentían en su época de futbolistas -todos jugaron primero antes de su desplazamiento a los banquillos-. Alguno, como Asier
Garitano, puso énfasis en la reflexión: “Siempre me ha atraído saber por qué pasan las cosas”. Imanol, el más tímido y el que menos se explayó en el sanedrín, admitió que “yo tenía claro que si era entrenador era como consecuencia de un trabajo”.
La conferencia duró hora y media y fue enriquecedora desde el punto de vista de la diversidad de cuestiones que se abordaron. “Conoces tus límites”, profundizó Jagoba
Arrasate, muy risueño todo el rato. El fútbol ha desarrollado una amplitud de los cuerpos técnicos. “Es muy importante estar bien arropado”, afirmó Alguacil. Según Mendilibar, se debe al sentido más lucrativo del deporte rey. “El dinero está en el fútbol, aquí caben todos”, pronunció, un tanto cascarrabias, el vizcaíno del Eibar.
Hubo goleada, 4-1 en contra de Mendilibar, cuando el quinteto se declaró a favor o en contra del VAR. Arrasate, partidario del avance tecnológico, matizó que “todavía hay confusión”. Asier
Garitano abundó en que “antes no había manera de hacer nada en determinados campos”. La relación con las plantilla también amenizó la charla. “Siempre tienes la duda de si ser duro o no”, reconoció Gaizka
Garitano.
Los cinco entrenadores se perfilaron hacia una idea común de dotar a sus equipos con un “sello”, con una “seña de identidad”. Jagoba
Arrasate detecta que “el proceso se ha acelerado” en la época de la comunicación. “No ha empezado el partido y ya te están poniendo en tela de juicio”, reivindica. No les asusta. Saben que, como dijo Mendilibar, “siempre tenemos presión”. Puro fútbol.
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