Representantes de los Gobiernos de México, Estados Unidos y Canadá firmaron este martes en la capital mexicana la nueva versión del acuerdo comercial T-MEC que incluye las modificaciones acordadas entre la Casa Blanca y los legisladores estadounidenses del Partido Demócrata.
En la firma del tratado, que tuvo lugar en el Palacio Nacional de México y estuvo atestiguada por el presidente Andrés Manuel López Obrador, participaron el subsecretario mexicano para América del Norte, Jesús Seade, el representante de Comercio Exterior de Estados Unidos, Robert Lighthizer, y la viceprimera ministra de Canadá, Chrystia Freeland.
Al tomar la palabra, López Obrador definió el tratado como “un acuerdo económico de grandes dimensiones” que, según dijo, “significa mayor inversión para Canadá, Estados Unidos y México”, mientras se respetan las “soberanías” de las tres naciones.
Por su parte, Lighthizer agradeció al Gobierno de México haber mantenido una negociación iniciada por la administración mexicana anterior y dijo que “el resultado es el mejor acuerdo comercial de la historia”.
Mientras que Freeland expresó que el T-MEC es “de importancia crítica para nuestros países” y aseguró que es un tratado comercial “actualizado, mejorado y modernizado para el siglo XXI”.
En la ceremonia estuvo también el canciller mexicano, Marcelo Ebrard, y el asesor de la Casa Blanca y yerno de Donald Trump Jared Kushner, así como ministros, legisladores y empresarios mexicanos.
Antes de la firma, la presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi, quien mantenía bloqueado el proceso de ratificación, dio su respaldo a la nueva versión del tratado y abrió la puerta a que sea aprobado por la Cámara Baja antes del 20 de diciembre, cuando inicia el receso navideño.
En conferencia de prensa desde Washington, Pelosi expresó que el acuerdo modificado es “infinitamente mejor que lo que la Administración propuso en primer lugar” y lo definió como “una victoria para los trabajadores estadounidenses”.
La legisladora demócrata se refería al T-MEC inicial que firmaron el 30 de noviembre de 2018 los mandatarios de México, entonces Enrique Peña Nieto, de Estados Unidos, Donald Trump, y de Canadá, Justin Trudeau, para sustituir el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), en vigor desde 1994.
El T-MEC definitivo firmado el martes en México incluye, entre otras cuestiones, que el 75% de los componentes de automóvil se fabriquen en Estados Unidos, Canadá y México para evitar aranceles, y que el 40% de las piezas sean hechas por trabajadores que ganen al menos 16 dólares la hora para 2023.
En junio pasado, el Senado mexicano ratificó el documento anterior del T-MEC, por lo que López Obrador anunció el martes que mandará el nuevo texto a la Cámara Baja para que lo vuelva a ratificar.
Con estas modificaciones, está previsto que en los próximos días también lo ratifiquen la Cámara de Representantes de Estados Unidos, donde la mayoría demócrata mantenía bloqueado el proceso, y el Parlamento de Canadá, país que celebró elecciones el pasado octubre.
Al llegar a la Casa Blanca en 2017, Donald Trump criticó duramente el TLCAN, lo que derivó en más de un año de negociaciones hasta que México, Estados Unidos y Canadá firmaron el T-MEC el 30 de noviembre de 2018 en Buenos Aires.
El último año ha estado marcado por las negociaciones entre la Casa Blanca y los demócratas estadounidenses, que mantenían reservas en materia laboral y medioambiental.