Cuando todo hacía indicar que solo Raúl García iba a ser la única novedad en el once inicial ante el Eibar, Gaizka Garitano sorprendió con la apuesta por Mikel San José, de tal suerte que Oihan Sancet se quedó a la espera de una mejor oportunidad,que al final no tuvo en un encuentro de vaivenes físicos. Era por tanto la primera titularidad de Mikel en San Mamés -gozó de la misma condición en el estadio de La Cerámica- y suponía también alinear a Dani García y Unai López en la medular, con atribuciones más ofensivas en el caso de este último al estar más adelantado. Desde el punto de vista histórico, para San José significaba su partido número 393 -303 son de Liga-, los mismos que Carlos Gurpegi, con lo cual se coloca entre los 20 leones con más presencia en la historia del Athletic: ahora tiene a Fidel Uriarte a un solo encuentro para igualarle.
Atasco de todos
La nueva formulación de Garitano salió rana, muy rana en el primer periodo, de lo más plano y escaso de presencia desde que el míster de Derio dirige a los bilbaínos. En parte la responsabilidad fue del terceto mediocampista, aunque las culpas hay que repartirlas entre todos. En cualquier caso los tres estuvieron como el resto en el primer acto, muy espesos, carentes de fluidez, envueltos en una maraña eibartarra que les impidió siquiera acercarse a una actuación normal.
Los tres estuvieron como el resto en el primer acto, muy espesos, carentes de fluidez, envueltos en una maraña eibartarra que les impidió siquiera acercarse a una actuación normal.
Y encima San José casi protagoniza el primer disgusto de la tarde noche. Un balón que pasaba por ahí dio en la mano derecha del navarro. Hubiera sido penalti, pero esta vez no hubo castigo. Salvo algún que otro pase en corto, algún balón robado, Mikel no daba velocidad al juego, como tampoco Unai López, que o bien jugando de espaldas al contrario o haciéndolo por la banda derecha no se encontraba cómodo, aunque un detalle de profundidad en el pase que ofreció a Córdoba en la jugada que le invalidaron a este el gol se lució. Más en su línea, en cambio, estuvo Dani García, haciendo de modo correcto lo que sabe y taponando a un Eibar que se crecía.
Más en su línea, en cambio, estuvo Dani García, haciendo de modo correcto lo que sabe y taponando a un Eibar que se crecía
A la vista de cómo estaba el percal, se intuían cambios tras el descanso, pero no los hubo de inicio más que en la banda izquierda con la entrada de Ibai por Córdoba, pero Garitano volvió a sorprender al relevar a Unai López y darle minutos a Villalibre, algo menos de media hora. Cuando el equipo estaba volcado en una labor que parecía imposible San José estuvo a punto de hacer la luz con su remate, pero todo se quedó en un córner. No era el día para el ayer capitán, que encima vio la cartulina amarilla muy al final. Eso sí, su labor fue ensalzada por Garitano.Pero el trío medular estuvo atascado, si bien Dani García cumplió y San José fue mejorando,en especial en la contención Unai López, incómodo.
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