Wu Lei colocó al Espanyol en la segunda ronda de la Copa del Rey. Dos goles del ariete chino ante el Lleida sirvieron este jueves para que el equipo perico saldara con un triunfo su debut copero después de un gris partido. Los de Machín protagonizaron una mala primera parte, pero tras el descanso se pusieron las pilas y Wu, el equipo a la espalda. El ariete chino se salió y con su doblete propició que el Espanyol siga vivo en la Copa, aunque su guerra siga siendo LaLiga.
Un triunfo sinónimo de inyección de moral para afrontar la cita importante, el partido en Leganés del domingo.
Machín no repitió ni uno de los once jugadores que actuaron ante el Betis el domingo, calcando prácticamente el once que expuso hace una semana en la Europa League ante el CSKA, con un único cambio: Wu Lei por Campuzano.
El Lleida salió mucho más entonado y pronto puso a prueba a Prieto con un disparo del delantero Raúl en el minuto 3. Los locales se hicieron con el balón, bien pertrechados atrás, mientras que el Espanyol se mostró espeso en el arranque, con poca triangulación y sin saber a qué jugaban. A partir del minuto 20, los de Machín se sacaron la ‘pájara’ y empezaron a llegar al área rival, sobre todo por el costado de ‘Pipa’, el más activo.
En el 20’, buena asociación entre Pipa y Wu Lei, pero el pase del chino no llegó a Ferreyra. El Espanyol se prodigaba con algo de veneno por los costados y en el 23’ Pedrosa y Piatti mordieron sin éxito.
Pero el Lleida seguía respondón, dejando claro que la diferencia de categoría no sería abismal sobre el verde. En el 32’, Naldo salvó un balón que ya remataba Raúl. Y no fue hasta el 34’ cuando el Espanyol realizó su primer remate. Lo firmó Naldo pero no fue entre los tres palos, lo que define claramente el pobre bagaje ofensivo de los blanquiazules.
Al filo del descanso, en el 39’, entre Cano y José Ruiz estuvieron a punto de hacerle un ‘roto’ al Espanyol, pero la ocasión no culminó con éxito para los locales.
En la segunda parte el Espanyol salió mucho más enchufado, fruto quizás del ‘rapapolvo’ que dio Machín a sus pupilos en el descanso tras la pobre primera parte. Piatti avisó en el 47’, pero Wu Lei fue quien abrió el melón. En el 53’, tras un gran pase en profundidad de Piatti, el ariete chino salvó la salida del meta local y definió de lujo la contra perica.
Con la ventaja el Espanyol se entonó, mucho más lúcido con la pelota y a la hora de asociarse que en los primeros 45 minutos. Puso una marcha más y los dos extremos, Pipa y Pedrosa, se gustaron. Machín movió el banquillo y dio entrada a Moha por Piatti, protagonista en la segunda parte.
Ferreyra buscaba el gol, pero volvió a estar ‘gafado’ pues se hartó de recibir golpes. Wu Lei estaba enchufado y en el 71’ tuvo el segundo, pero perdonó y pudo pagarlo caro pues el Lleida acarició el empate. En el 83’, gran ocasión local. Primero se reclamó un penalti por un pisotón sobre Liberto, que el árbitro obvió, y luego Alpha, a bocajarro, tuvo el gol pero el meta Prieto se lució con un paradón.
Apretaba el Lleida con más corazón que cabeza. Eneko tuvo el 1-1 en el 85’, pero ayer era la noche de Wu Lei, pues antes Ferreyra había dejado el campo lesionado y ‘groggy’ por un fuerte golpe.
En el 90’, el delantero chino firmó un golazo, a centro de Pedrosa, Wu se sacó un precioso disparo de primeras con el tacón, enviando el balón al fondo, 0-2 y la sentencia.
En la recta final, Ricard Pujol, que debutó con el primer equipo del Espanyol, acarició el gol así como Wu Lei su tercero. Pero el 0-2 ya no se movió.
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