En el minuto 73 del último Clásico y con 0-0 en el marcador, Gareth Bale batió a Ter Stegen tras embocar un centro raso de Mendy. La alegría del jugador galés duro apenas unos segundos, los que tardó en advertir al juez de línea con el banderín alzado por un fuera de juego previo del lateral francés.
El extremo de Cardiff, como el resto del equipo, se quedó en blanco ante el Barça y tampoco ejerció de revulsivo durante los casi 30 minutos que disputó en la segunda parte ante el Athletic de Bilbao (0-0). Zinedine Zidane se resiste a tirar la toalla con Bale, cuyo rendimiento está bajo sospecha desde hace meses. Su famosa celebración con la bandera “Gales. Golf. Madrid. In that order”, levantó las iras del madridismo, que entendió su festejo como una falta de respeto a la institución.
Su famosa celebración con la bandera “Gales. Golf. Madrid. In that order”, levantó las iras del madridismo
Tras cuajar un buen partido ante el Barcelona, Zidane optó por devolver a Bale a la suplencia en el último partido del año ante el conjunto vizcaíno. La escasa pólvora de Rodrygo obligó al entrenador francés a tener que recurrir a Bale pasada la hora de choque. Sin embargo, el Expreso de Cardiff apenas pudo inquietar a la poblada zaga rojiblanca. En 28 minutos sobre el terreno de juego, solo pudo dar 13 pases buenos, puso un centro y remató dos veces a la portería de Unai Simón.
Bale, seco desde septiembre
La sequía goleadora de Bale empieza a ser preocupante para un equipo blanco sin pegada ni poder intimidatorio en el área rival, tal y como ha quedado demostrado en los últimos tres empates. Ante Valencia, Barcelona y Athletic el Real Madrid se mostró superior a sus rivales pero no pudo traducir su dominio en el campo en el marcador.
Tanto es así que Bale no ve puerta desde el pasado 1 de septiembre, cuando anotó los dos tantos del Madrid en el empate en el estadio de La Cerámica ante el Villarreal. Tras estar a un paso de abandonar el club el pasado verano para poner rumbo a la Superliga China, Bale sigue sin responder a la confianza de un Zidane que se ha cansado de repetir que cuenta con él esta temporada.
En 13 partidos este curso, acumula solo esos dos goles y tan solo ha repartido dos asistencias. Entre tanto, Bale se ha perdido 7 partidos por las diversas lesiones, unas ausencias que son constantes desde que llegó al club en 2013.
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