El infantil B del Barça no regresará a casa con el título tras su participación en la 24ª edición del Torneo Internacional LaLiga Promises que está disputándose en Al Ain (Abu Dhabi), pero lo hará con la lección aprendida en cuanto a que una derrota no siempre es negativa.
Mira el momento decisivo del partido entre Barça y Sevilla
El conjunto dirigido por Albert Puig desplegó el juego más vistoso que se ha visto en el campeonato, siendo fiel al ‘ADN Barça’ y a la metodología de trabajo que se sigue en la cantera azulgrana, con buen trato al balón y voluntad de imponerse al rival mediante el mismo, pero sucumbió este sábado en los cuartos de final ante el poderío físico de un Sevilla que, tanda de penaltis mediante, apeó al cuadro culé.
Patrick Kluivert, que además de máximo responsable de la cantera culé también es el padre del ‘9’ del equipo, Shane, intentó animar uno por uno a todos sus integrantes segundos después de la derrota, todavía sobre el césped del Hazza Bin Zayed Stadium.
Apenas hubo consuelo. Camino del vestuario, las caras de Andrés Cuenca, central con alma de mariscal, el propio Shane Kluivert, una pesadilla para la defensa rival, Ángel Jiménez, un Luis Suárez en miniatura, y Lamine Yamal, el 10 que acapara todos los elogios habidos y por haber, tuvo un denominador común: la amargura propia de una ilusión rota.
Esta generación del 2007 fue campeona en Nueva York hace apenas medio año y apuntaba a repetir éxito en Abu Dhabi, pero no fue así. Poco importa, porque el fútbol tiene para ellos grandes alegrías en el horizonte
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